Un hombre se infecta de rabia y permanece hospitalizado en estado crítico en Valencia después de un viaje a Etiopía

Un hombre de la Comunidad Valenciana permanece hospitalizado en estado crítico tras contraer el virus de la rabia durante un viaje turístico a Etiopía en julio del año pasado. El diagnóstico fue confirmado semanas después de la mordedura.

El paciente, cuya evolución es desfavorable, relató que sufrió una mordedura de perro en la pierna derecha durante su estancia en el país africano. Tras el incidente, limpió la herida, pero no consideró necesario consultar a un médico debido a la evolución favorable inicial.

Sin embargo, los síntomas de la rabia, que suelen aparecer entre tres semanas y un año después de la exposición, comenzaron a manifestarse varios meses después de su regreso a España. Según los expertos, el virus se propaga a través de las células del sistema nervioso hasta llegar al cerebro, donde se multiplica y provoca la aparición de los síntomas.

El caso fue notificado por las autoridades sanitarias de la Comunidad Valenciana al Ministerio de Sanidad el 26 de mayo. Las muestras enviadas al Centro Nacional de Microbiología confirmaron la presencia del virus de la rabia el 30 de mayo.

Tras este diagnóstico, tanto el paciente como su mujer, que fue identificada como el único contacto de riesgo en España, recibieron la vacuna antirrábica y la inmunoglobulina. La mujer se encuentra bien, pero el estado del hombre sigue siendo crítico, sin signos de mejoría.

Los primeros signos de la enfermedad incluyen fiebre, alteraciones en el estado de ánimo, náuseas, hidrofobia (rechazo al agua), fotofobia (sensibilidad a la luz), salivación excesiva y convulsiones. Una vez que los síntomas se presentan, la mortalidad por rabia es cercana al 100%, tal como alertan los especialistas.

Aunque es muy raro que las personas sobrevivan tras el inicio de los síntomas, la rabia puede prevenirse si se administra el tratamiento adecuado poco después de la mordedura. Este protocolo de postexposición incluye una dosis de inmunoglobulina antirrábica, que proporciona protección inmediata, y cuatro dosis de la vacuna, que ayudan al sistema inmunológico a combatir el virus.

No obstante, el hombre en cuestión no recibió tratamiento en su momento, lo que ha contribuido a la gravedad de su estado.

El tratamiento experimental conocido como el “protocolo de Milwaukee”, que induce un coma artificial y administra medicamentos antivirales, ha permitido que un pequeño número de personas sobrevivan tras el inicio de los síntomas de rabia.

No obstante, este protocolo ha sido exitoso en muy pocos casos, y la mayoría de los pacientes no sobreviven. El caso más conocido de supervivencia fue el de Jeanna Giese, una adolescente estadounidense que logró superar la enfermedad en 2004 sin haber recibido la vacuna antirrábica, un hecho que sigue siendo un caso excepcional.

Desde 1978, España ha sido considerada libre de rabia por la Organización Mundial de Sanidad Animal, gracias a las campañas de vacunación masiva de perros y gatos que erradicaron la enfermedad en el país. No obstante, el riesgo persiste en algunas áreas, como Melilla, donde se han detectado casos en perros callejeros que cruzan desde Marruecos.

El último fallecimiento por rabia en España ocurrió en 2019, cuando un hombre de origen marroquí murió en Bizkaia tras ser mordido por un gato en Marruecos, donde la enfermedad sigue siendo endémica.

En 2014, otra mujer murió en Madrid tras contraer la enfermedad en Marruecos. A nivel global, la rabia provoca alrededor de 60.000 muertes anuales, la mayoría de ellas en países en desarrollo.