Detienen una red de narcos que se hacían pasar por policías para pasar droga a través del aeropuerto de Barajas

La operación ha sido bautizada como “Ghost Air” y ha necesitado la colaboración de la Guardia Civil y la Policía Nacional

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Desmantelado un grupo criminal que introducía importantes cantidades de cocaína en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

Una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil ha desmantelado una red criminal dedicada al tráfico de cocaína en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

La investigación, que comenzó en abril de 2024, ha concluido con la detención de diez personas y la incautación de 190 kilos de cocaína de alta pureza, ocultos en maletas procedentes de Sudamérica.

“Operación Ghost Air” y primeras detenciones

El operativo se inició tras la detención en el aeropuerto madrileño de un individuo que portaba dos maletas con 52 kilos de cocaína procedentes de un vuelo desde Santo Domingo (República Dominicana).

Las autoridades descubrieron que el sospechoso no había llegado en ese vuelo, sino que había accedido al aeropuerto para embarcar hacia Bilbao, lo que generó sospechas sobre el método de introducción de la droga.

Así, la investigación de la Guardia Civil coincidió con otra investigación paralela de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional, lo que derivó en la unificación de ambas pesquisas bajo el nombre de “operación Ghost Air”.

El caso ha sido dirigido por el Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid y la Fiscalía Antidroga, que también han destacado la importancia esta cooperación entre la Policía Nacional y la Guardia Civil para desarticular organizaciones que operan a nivel internacional, con el aeropuerto madrileño como punto clave de entrada.

No obstante, las autoridades mantienen la investigación abierta mientras los detenidos permanecen a disposición judicial.

Modus operandi: disfraces y vuelos low cost

El grupo criminal utilizaba un método que consistía en captar a personas, muchas en situación de vulnerabilidad económica, ofreciéndoles importantes sumas de dinero y haciéndose pasar por agentes policiales para generar confianza.

Una vez captados, estas personas accedían al aeropuerto con billetes de bajo coste y, tras superar el control de seguridad, eran guiadas por un miembro disfrazado de policía judicial. Este supuesto agente acompañaba a los pasajeros hasta la cinta de recogida de equipajes, donde recogían las maletas cargadas con cocaína, para luego escoltarles hasta la salida del aeropuerto sin levantar sospechas.

Los narcos lograron introducir la droga en al menos siete envíos distintos desde Sudamérica a Barajas. Posteriormente, la droga incautada era distribuida en varios puntos de Madrid, entre ellos el parque Paraíso de San Blas.

Además del tráfico de droga, la organización reclutaba a mujeres jóvenes en Madrid para transportar dinero en efectivo obtenido de las operaciones ilegales en vuelos a Lanzarote. Desde allí, otro colaborador enviaba las sumas recaudadas a bancos situados fuera de la Unión Europea, dificultando el seguimiento del dinero.

En noviembre de 2024, se arrestó a cinco integrantes clave del grupo, cuatro hombres y una mujer, imputados por delitos de tráfico de drogas, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal. La autoridad judicial autorizó registros en domicilios situados en San Sebastián de los Reyes, Torrejón de Ardoz y Lanzarote.

Durante las inspecciones se incautaron 150.000 euros en efectivo, un arma corta simulada, documentación relacionada con la investigación, teléfonos móviles, un monedero de criptomonedas y un chaleco con placa falsa de perito judicial utilizada para identificarse fraudulentamente.