Un nuevo ayuntamiento cancela su acuerdo de coches eléctricos y vuelve a “los de gasolina, gasoil o lo que tenga que ser” tras un incendio

La alcaldesa ha explicado que esta decisión está motivada por otro fuego iniciado durante la carga de un vehículo municipal

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Un coche en llamas (Benjamin
Un coche en llamas (Benjamin Nolte/dpa)

La situación del sector del automóvil en España se ha vuelto compleja. Al igual que ocurre en sectores como el de la vivienda o la construcción, el aumento de los costes de producción y la caída en la demanda están teniendo efectos directos en los hábitos de consumo. La compra de un coche nuevo, que hasta hace poco era una posibilidad asumible para muchas familias, se ha convertido en una opción fuera del alcance de una parte significativa de la población.

Ante este nuevo contexto, el mercado de vehículos de segunda mano está ganando protagonismo. Los precios de los modelos nuevos se han disparado, y a eso se suma una creciente percepción de menor fiabilidad, debido a la incorporación de tecnologías avanzadas y materiales que, si bien se ajustan a las exigencias medioambientales, no siempre garantizan durabilidad. A ello se añade la obligación de disponer de etiqueta ambiental para circular por ciertas ciudades desde el año 2020, lo que ha forzado a muchos a cambiar su vehículo aunque aún estuviera en funcionamiento.

Electricidad bajo sospecha

La recomendación generalizada en materia de movilidad apunta hacia la electrificación del parque automovilístico. Sin embargo, los vehículos eléctricos o híbridos enchufables no han conseguido convencer a todos los conductores. En los últimos tiempos se han registrado incidentes que han sembrado dudas, como incendios durante la carga de estos automóviles, sin que se haya podido determinar con claridad el origen de los mismos. Esta incertidumbre ha hecho que algunos garajes directamente restrinjan el acceso a este tipo de vehículos.

Un coche calcinado (X/@SGIRPC_CDMX)
Un coche calcinado (X/@SGIRPC_CDMX)

Uno de estos episodios ha tenido lugar en la localidad de Calpe, en la provincia de Alicante. A finales de abril, un coche eléctrico perteneciente a la flota municipal ardió mientras estaba conectado a una estación de carga en la vía pública. A raíz de este hecho, el consistorio ha optado por romper el contrato de renting de vehículos eléctricos firmado con una conocida marca para un periodo de ocho años.

La alcaldesa de Calpe explicó su postura en una entrevista en la Cadena Ser, en la que señaló que los coches eléctricos serán sustituidos por otros que utilicen tecnologías tradicionales: “de gasolina, gasoil o lo que tenga que ser, incluso hidrógeno verde que está tan de moda”. De este modo, se plantea volver a modelos con motor de combustión, pese a que estos son considerados más contaminantes.

El incendio ocurrido en Calpe no ha sido un caso aislado. En los últimos meses se han registrado al menos cuatro incidentes similares en la ciudad de Madrid. Estos sucesos han generado preocupación entre los servicios de emergencia, que reclaman una actualización de los protocolos y la incorporación de recursos específicos para hacer frente a incendios en baterías de litio. Las características de este tipo de fuego, más difíciles de contener y extinguir, suponen un reto particular para municipios de menor tamaño, que no cuentan con el equipamiento ni el personal especializado necesario para intervenir en este tipo de situaciones.

Las ventas de coches en España crecen un 5,3% en enero.

Choque con las directrices europeas

El cambio de estrategia adoptado por el Ayuntamiento podría tener consecuencias en el acceso a fondos europeos. Los programas de financiación de la Unión Europea, como los que integran el plan ‘Next Generation’, están dirigidos a fomentar la descarbonización y la adopción de tecnologías limpias. Sustituir los vehículos eléctricos por coches de combustión podría implicar la pérdida de estas ayudas.