Virulergia: qué es y cómo distinguirla de un simple resfriado o alergia

La Comunidad de Madrid ha activado la alerta roja por polen mientras los centros de salud registran un aumento de los casos

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Mujer con alergia estornudando. (Shutterstock
Mujer con alergia estornudando. (Shutterstock España)

La llegada del buen tiempo viene acompañada de un aumento del polen, que provoca síntomas cada vez más frecuentes en esta época del año. El surgimiento de signos de alergia y resfriado común da lugar a lo que muchos llaman virulergia. Este término se utiliza para referirse a la combinación de ambas dolencias.

Esta combinación de estas dos enfermedades está provocando una confusión generalizada entre la población y aumentando significativamente las consultas médicas en los centros de salud de toda España.

Así, durante las últimas semanas, se ha registrado un aumento en la concentración de polen en el aire, especialmente en zonas como la Comunidad de Madrid, que activó la alerta roja recientemente por los elevados niveles de polen de especies como las gramíneas y el olivo. Esta situación ha provocado un crecimiento de los casos de alergia, con síntomas como la congestión nasal, los estornudos, el lagrimeo, el enrojecimiento de los ojos y la dificultad para respirar.

Polen. (Gettyimages)
Polen. (Gettyimages)

Cada vez más resfriados

Sin embargo, a estos síntomas se ha sumado también un aumento de los casos de resfriado común, lo que provoca que para muchos ciudadanos la situación empeore aún más. La virulergia, al combinar dos afecciones similares, pero distintas, genera síntomas más intensos y provoca confusión incluso entre los propios afectados, que no saben si los síntomas que sufren son por una alergia, un resfriado o por ambas cosas al mismo tiempo.

Varios expertos señalan que existen diferencias clave entre ambas enfermedades. Mientras que en la alergia no suele haber fiebre ni mucosidad densa, en el resfriado sí puede aparecer una temperatura corporal elevada en los primeros días, junto con dolor de garganta y una mucosidad más grave. Además, los síntomas relacionados con los ojos, como el picor o el enrojecimiento, sólo surgen con la alergia.

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Recomendaciones sanitarias

Ante esta situación, los profesionales sanitarios recomiendan tomar precauciones, principalmente en los días en los que la concentración de polen sea mayor. Algunas medidas básicas incluyen evitar salir de casa en las horas punta de polinización, no tender la ropa en el exterior, utilizar filtros de aire en casa y ducharse al regresar de la calle para eliminar restos de polen del cuerpo y la ropa.

En cuanto al tratamiento, la alergia se trata con antihistamínicos, colirios o inhaladores en los casos más graves, mientras que el resfriado se trata habitualmente con analgésicos como el paracetamol. En ambos casos, se recomienda prestar atención a la evolución de los síntomas y acudir al médico si estos se agravan o no mejoran tras varios días. A los cinco o siete días, los síntomas del resfriado deberán haber desaparecido, mientras que los de la alergia pueden durar más tiempo.

A pesar de que ni la alergia ni el resfriado suponen un peligro grave para la salud, por lo general su coexistencia puede empeorar significativamente la calidad de vida de ciertas personas e incrementar los síntomas. Por eso, los expertos insisten en la importancia de diferenciar bien los síntomas y actuar con rapidez para evitar complicaciones y frenar la saturación en los servicios sanitarios.