Ratas, químicos tóxicos y empleados vomitando sangre: el cierre dramático de una tienda en Francia

Varios trabajadores acaban hospitalizados durante una limpieza con productos químicos para deshacerse de los roedores

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Una tienda Action (Action ES)
Una tienda Action (Action ES)

La tienda Action del centro comercial Le Spot (Francia), en Évry-Courcouronnes, permanece cerrada desde el jueves 22 de mayo tras una orden de cierre administrativo emitida por la prefectura de Essonne. La causa oficial: la presencia de roedores en el establecimiento. La noticia ha sorprendido a muchos clientes, habituales del comercio y acostumbrados a encontrar sus puertas abiertas los siete días de la semana. Sin embargo, la situación ha ido más allá de una simple medida sanitaria.

Al día siguiente de la clausura, el viernes 23 de mayo, se llevó a cabo una operación de limpieza tras una intervención de desratización en el local. Durante esta actuación, varios empleados que se encontraban dentro del establecimiento comenzaron a sentirse mal. Según confirmó la dirección del centro comercial a medios locales, cuatro trabajadores sufrieron malestares que requirieron la intervención del Samu.

Una tienda Action (Action ES)
Una tienda Action (Action ES)

Desde la CGT Commerces, el sindicato que representa a parte de la plantilla, se asegura que los síntomas fueron especialmente graves en algunos casos. Se habla de vómitos de sangre y dificultades respiratorias. Según el sindicato, la dirección de la tienda obligó a varios trabajadores a reincorporarse para limpiar tras la aplicación de productos químicos, sin proporcionarles equipos de protección adecuados.

El sindicato denuncia una situación de riesgo

Mélanie Basty-Ghuysen, representante de la CGT y miembro del Comité Social y Económico de la empresa, se desplazó al lugar el miércoles 28 de mayo como parte de una investigación interna. Aunque por el momento no se ha podido determinar con certeza que los productos utilizados fueran los causantes directos de los síntomas, el sindicato insiste en que el protocolo seguido por la empresa fue negligente. El producto de desratización empleado no estaría clasificado como tóxico en sí, pero podría haber resultado perjudicial en determinadas condiciones, especialmente en espacios cerrados y sin ventilación suficiente.

Algunos de los empleados afectados fueron trasladados a urgencias y, según Basty-Ghuysen, varios tenían previsto presentar denuncias y recoger sus historiales médicos. De momento, ni el parquet de Évry ni la inspección de trabajo de Essonne han ofrecido declaraciones sobre lo ocurrido. Tampoco la dirección de Action ha respondido a las solicitudes de información de los medios. La única comunicación visible es una nota manuscrita pegada en la entrada del local en la que se informa del cierre “temporal” del establecimiento y se agradece la comprensión de los clientes. No se menciona ninguna fecha prevista de reapertura.

Durante esos días, algunos comerciantes del centro comercial aseguran haber percibido un fuerte olor químico proveniente del interior de la tienda. Una de las comerciantes vecinas relató haber visto a los bomberos intervenir y explicó que una compañera suya tuvo que utilizar mascarilla y hacer varias pausas durante su jornada por sentirse mal a causa de los vapores. Varios recuerdan que no es la primera vez que el establecimiento cierra por operaciones de desratización.

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Desde la CGT se denuncia que la empresa no solo no ha asumido su responsabilidad, sino que estaría intentando trasladarla a los propios trabajadores, recurriendo incluso a amenazas de sanción por motivos que califican de infundados. El sindicato afirma haber alertado a las autoridades competentes y exige sanciones contra la dirección de la empresa por poner en peligro a su plantilla. Además, reclaman una investigación más amplia sobre las condiciones de trabajo en todos los establecimientos de la cadena Action, así como la retirada inmediata de cualquier medida disciplinaria impuesta a los trabajadores implicados.