Cuáles son las diferencias entre una hipoteca fija y una variable: qué tener en cuenta a la hora de elegir

Es muy importante estudiar detenidamente y evaluar qué tipo de hipoteca se alinea mejor con las expectativas y capacidades financieras del comprador

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Lo que debes tener en
Lo que debes tener en cuenta antes de solicitar una hipoteca (Pixabay)

Comprar una casa es un paso muy decisivo, y sobre todo saber bajo qué condiciones hacerlo. Lograr este objetivo suele estar acompañado de la necesidad de solicitar un préstamo hipotecario. Ante esto, es muy importante estudiar detenidamente y evaluar qué tipo de hipoteca se alinea mejor con las expectativas y capacidades financieras del solicitante. Actualmente, el mercado ofrece principalmente dos modalidades: hipotecas a tipo fijo y a tipo variable.

Definición y características de cada una

A la hora de decidir cuál compensa más, si una hipoteca fija o una variable, hay que tener varias cosas en cuenta. La primera diferencia esencial está en la estructura del interés. Una hipoteca fija, como su nombre lo indica, mantiene un tipo de interés constante durante toda la vigencia del préstamo. Esto garantiza que el importe de las cuotas mensuales permanezca igual de principio a fin, proporcionando previsibilidad financiera al prestatario.

Por otro lado, una hipoteca variable introduce mayor dinamismo en los pagos mensuales, tal y como indican desde BBVA, ya que el tipo de interés está compuesto por un índice de referencia, comúnmente el euríbor, además de un margen o diferencial fijo. Esto significa que las cuotas pueden fluctuar, aumentando o disminuyendo, en función de las variaciones de dicho índice.

Uno de los principales atractivos de una hipoteca fija radica en la estabilidad que ofrece. Los compradores que optan por esta alternativa pueden despedirse de las sorpresas que podrían surgir del alza de los intereses en el mercado. En contraste, los clientes que eligen una hipoteca variable disfrutan inicialmente de cuotas más bajas. No obstante, deben anticipar posibles incrementos en el futuro, que dependen de los movimientos del euríbor.

Cuáles son los plazos y cuotas de las hipotecas fijas y variables

Otra diferencia notable entre ambas opciones radica en el plazo de devolución. Generalmente, las entidades financieras ofrecen plazos más cortos para las hipotecas fijas. Esto responde a la necesidad de asegurar una recuperación más rápida del capital con un interés inmutable. En oposición, las hipotecas variables suelen disponer de plazos más prolongados, lo cual abre la puerta a una mayor flexibilidad en el pago mensual.

Además, los consumidores que deciden por una hipoteca fija saben que esa elección puede, en ocasiones, implicar cuotas medias mayores en comparación con las cuotas iniciales de una hipoteca variable. Esto es porque, al contar menos tiempo para capitalizar intereses, los bancos premian la estabilidad con importantes algo superiores.

Con una hipoteca variable se da el escenario inverso: el prestatario puede beneficiarse de bajas iniciales, pero deberá ser cauteloso ante la posible variación futura del índice de referencia.

Las hipotecas a tipo fijo ya representan el 36% del saldo hipotecario de los bancos españoles.

Elegir entre una hipoteca fija o variable

A la hora de tomar una decisión, es fundamental considerar el perfil financiero y las expectativas de cada comprador. Las personas que prefieren la seguridad y desean protegerse de las configuraciones cambiantes del mercado suelen inclinarse hacia las hipotecas a tipo fijo. Esta opción garantiza que, independientemente de los vaivenes económicos, la cuota mensual permanecerá constante. Este enfoque resulta particularmente atractivo para quienes gestionan un presupuesto familiar rígido y no desean enfrentarse a incrementos inesperados.

Asimismo, quienes tienen márgenes financieros más holgados o esperan que los índices de interés se mantengan bajos durante un largo tiempo, podrían inclinarse por una hipoteca variable. Al principio, disfrutarán de cuotas inferiores que podrían ajustarse al alza si el índice se incrementa. Sin embargo, esto implica un nivel de riesgo que puede no ser ideal para todo el mundo.