Asociaciones vecinales se unen en Madrid para “evitar el desastre” que la Fórmula 1 dejó en Valencia: “Nuestros barrios no son un circuito”

El circuito urbano de Fórmula 1 en Valencia fue presentado como un proyecto que daría beneficios y proyección internacional a la ciudad del Turia, pero acabó convirtiéndose en un agujero económico, pues a pesar de que el entonces presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, prometió que no se pagaría con dinero público, costó unos 300 millones de euros a la ciudadanía. En Madrid, donde el Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida planea convertir el recinto ferial de Ifema en circuito de Fórmula 1, varias asociaciones vecinales han decidido crear una plataforma para impedirlo al considerar que se trata de un proyecto “disparatado y especulativo” que “solo generará problemas” para quienes residen en la zona.

“La construcción y mantenimiento del circuito en Ifema supondrá un despilfarro de fondos públicos. Por pasadas experiencias como la de Valencia tememos que los grandes beneficios vayan para unos pocos mientras las pérdidas que suponga el proyecto las acabaremos pagando los madrileños a través de dinero público, que dejará de invertirse en actividades de interés social”, critica en un comunicado la recién creada Plataforma Stop Fórmula 1 Madrid.

El futuro circuito urbano de Fórmula 1 de Madrid, que albergaría el Gran Premio de España desde 2026, discurrirá entre los pabellones de Ifema y una gran parcela, “pero los bólidos también atravesarán vías públicas donde hay viviendas, como en el barrio de Las Cárcavas-San Antonio del distrito de Hortaleza”, al noreste de la ciudad, advierten las asociaciones y entidades ciudadanas que conforman la plataforma.

Tanto las familias de este barrio como las de otros próximos al circuito como Valdebebas, San Lorenzo o Villa Rosa, denuncian, “soportarán durante la competición un ruido por encima de cualquier límite legal", mientras que “contemplarán como desaparecen más de 700 árboles durante las obras del circuito, que también provocarán graves problemas de movilidad en la zona durante semanas todos los años que se celebre un evento que pretende atraer a más de 140.000 asistentes“. “Nuestros barrios no son un circuito”, añaden.

Según indica la plataforma, los estudios previos han concluido que el circuito “generará niveles de ruido muy superiores a los admisibles legalmente” y, de hecho, el Ayuntamiento “tendría que suspender temporalmente la ordenanza sobre niveles de ruidos admisibles” para que se pudiera desarrollar el circuito, además de la contaminación que generará, denuncian.

Las asociaciones también sostienen que los preparativos del macroevento conllevarán “cinco meses de obras anuales durante los diez años que estará en funcionamiento el circuito”, entre el montaje y desmontaje del mismo. “Será una verdadera tortura para el vecindario, aparte de los problemas de movilidad, de interrupción del transporte público y de congestión que se generarán”, añade la plataforma, que también teme que un futuro el circuito albergue más carreras cada año.

El pasado mes de abril, el Ayuntamiento de Madrid emitió la licencia para construir el circuito de Fórmula 1 y se dio traslado a Ifema Madrid como promotor, según informó el área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad que dirige Borja Carabante. Sin embargo, el 30 de mayo el Tribunal Superior de Justicia de Madrid admitió a trámite el recurso presentado por la Plataforma Ecologista Madrileña contra el plan del consistorio, al que ha pedido que aporte el expediente administrativo correspondiente al plan, según informa la agencia Efe.

Este planteamiento, detalla la asociación ecologista, ha servido para reordenar el espacio interno y externo del recinto ferial y modificar las condiciones y parámetros urbanísticos para hacer posible la implantación de las nuevas actividades y construcciones previstas que exige la implantación del circuito de Fórmula 1. En ese sentido, la asociación considera el Plan Especial incurre “en diversas irregularidades”, y que “no existe ninguna necesidad de construir un circuito urbano de carreras, con las afecciones que provocará en el vecindario, tanto a nivel de movilidad como de contaminación acústica”.

Martínez-Almeida, por su parte, cree que la Justicia “dará la razón al consistorio”. “Nosotros creemos que hemos trabajado bien, que el plan especial está suficientemente bien fundamentado, que se han cumplido con todos los trámites, y eso es lo que defenderemos en el proceso contencioso”.