María Dolores de Cospedal y Fernando Portillo, exmarido de Sandra Domecq, nueva pareja sorpresa

María Dolores de Cospedal, exsecretaria general del Partido Popular y exministra de Defensa en el gobierno de Mariano Rajoy, ha forjado una sólida amistad con el empresario gaditano Fernando Portillo, según ha podido confirmar en exclusiva Vanitatis. Ambos, figuras destacadas en sus ámbitos profesionales, mantienen un perfil discreto respecto a su vida personal, pero los últimos acontecimientos han llevado su relación a ocupar espacio en la esfera pública.

Cospedal, de 59 años, y Portillo, padre de Ana Cristina Portillo y expareja de Sandra Domecq, han sorprendido al conocerse que ambos se han dado una nueva oportunidad en el amor. Un noviazgo que se consolida al margen de los focos y las cámaras. La exministra se separó hace siete meses de Ignacio López del Hierro, con quien estuvo casada durante quince años.

Por su parte, Portillo estuvo casado anteriormente con Sandra Domecq, madre de su hija menor, Ana Cristina, quien contrajo matrimonio el pasado 28 de septiembre en Jerez de la Frontera. La boda, que tuvo lugar en la finca familiar de las hermanas Domecq, fue un evento destacado en la vida social de la zona, donde Portillo ejerció como padrino.

Desde hace varias semanas, la amistad entre Cospedal y Portillo ha sido evidente en diversas apariciones públicas. Una de las más significativas tuvo lugar el 9 de mayo en la Plaza de Toros de la Maestranza, en Sevilla. Ambos asistieron a la corrida número 14 del abono, donde torearon Morante de la Puebla, Daniel Luque y Tomás Rufo, con astados de la ganadería Garcigrande. El ambiente en la plaza estuvo marcado por la festividad, con el torero Morante dedicando su primer toro al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. Tras el evento, la pareja disfrutó de una cena en un restaurante cercano y se alojaron esa noche en la residencia del empresario, ubicada en el centro de Sevilla.

A pesar de no hacer públicas muestras de afecto, fuentes consultadas por Vanitatis han señalado que Portillo es una persona reservada en lo que respecta a sus emociones. Además, destacan su fuerte arraigo gaditano: su padre, Fernando Jorge Portillo Scharfhausen, desempeñó roles destacados como presidente de la Diputación Provincial de Cádiz en los años 60 y de la Caja de Ahorros de Cádiz, además de ser diputado por la UCD. En la actualidad, aunque Portillo es reconocido en el ámbito empresarial, también cultiva su pasión por la fotografía, interesándose especialmente en capturar la naturaleza. Es un habitual de los paseos por Sevilla y un anfitrión apreciado por sus visitas, destacándose su preferencia por lugares emblemáticos del barrio de Santa Cruz.

En lo que respecta a Cospedal, su vida profesional ha seguido un rumbo diferente desde que dejó la política hace siete años. La exministra ha optado por centrarse en su actividad como abogada y en su despacho, descartando por completo cualquier aspiración de volver a la vida política, pese a mantener una estrecha relación con Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular. En declaraciones recientes, Cospedal expresó que su etapa en la política está cerrada, aunque sigue interesada por el devenir del país.

El fin de semana posterior a la tarde taurina, Cospedal y Portillo pasaron tiempo juntos en la finca familiar del empresario en la sierra, un refugio que caracteriza el estilo de vida más reservado del gaditano. Cospedal, por su parte, regresó el domingo a Madrid para retomar sus actividades profesionales.

Si bien ambos han adoptado una actitud discreta respecto a su relación, fuentes cercanas aseguran que comparten una complicidad que ha ido desarrollándose con el tiempo, basada en la confianza mutua. Asimismo, se rumorea que podrían aparecer las primeras imágenes de la pareja en los próximos días, dejando entrever que su vínculo sigue fortaleciéndose.