Una joven empresaria explica por qué no querría que sus hijos emprendieran: “No me parece que sea un camino a seguir”

En España, el emprendimiento se ha convertido en una opción cada vez más valorada de entre todas las salidas profesionales. Sobre todo, ha calado en los jóvenes que buscan independencia laboral y quieren crear sus propios proyectos.

Sin embargo, el camino del emprendimiento también está plagado de riesgos, sacrificios y desafíos que no siempre se cuentan en las historias de éxito. En un contexto donde muchos idealizan la figura del emprendedor, hay otras voces que desde la experiencia directa advierten que no es un camino de rosas, y que abrirse paso en el mundo empresarial es complicado, si no le pones las ganas suficientes.

Este es el caso de Yaiza Canosa, una empresaria española de 32 años que comenzó a emprender a los 16 años y que, pese a haber creado un imperio empresarial con su startup de logística GOI, afirma que no le recomendaría este camino a sus futuros hijos. En un episodio del pódcast Nude Project de hace unos meses, titulado De emprender a los 16 años a crear el imperio de GOI, Yaiza habla con total franqueza sobre la realidad detrás del emprendimiento.

Durante el pódcast, Yaiza desglosa los costes personales y profesionales que conlleva la decisión de emprender. Sobre los riesgos asumidos, reconoce que “las probabilidades de que yo me haya arruinado o me haya hipotecado son reales”. “Tomar ese riesgo es de locura irracional, hay que estar chiflada, no lo recomiendo”, continúa diciendo.

Para la empresaria, el emprendimiento no es para cualquier persona ni para cualquier circunstancia. En este sentido, se muestra trajante al decir que, en su opinión, “no me parece que sea un camino a seguir, y creo que también está bien decirlo, porque todo el mundo habla de las cosas que van bien, pero no siempre es así”.

Cuando le preguntan si, aun siendo ella emprendedora, está queriendo decir que es un camino que no le recomienda a nadie, la respuesta de Yaiza es clara: “Yo, de hecho, si tuviese un hijo, le diría que ni de coña, que por favor hiciese todo lo posible para dedicarse a otra cosa”.

Aun con todas las dificultades y desafíos que una persona que emprende tiene que enfrentar, Yaiza también destaca que para ella no hay otra alternativa, que ella ha nacido para esto. “Yo no podría hacer otra cosa, y soy la persona más feliz”. “Si me pagasen 1.000 euros por hacer lo que hago, lo haría, no hay nada más que me compense ni que me merezca la pena”, argumenta.

Al hablar sobre la presión interna que implica emprender, la empresaria explica que “lo que pasa es que en mi caso no hay elección”. “O hacemos esto o explotamos como una palomita, porque va dentro”, comenta, refiriéndose también a los presentadores del pódcast, también emprendedores.

Al final, Yaiza reflexiona sobre la naturaleza del emprendimiento y cómo encaja tan bien esta forma de vida con su personalidad. “Para mí es innato, y creo que para vosotros también: es todo o nada”, añade, concluyendo que es una salida laboral “arriesgada”.