Más largo que un campo de fútbol americano de la NFL, con cine e incluso un salón de belleza: el yate de 500 millones de dólares del emir de Catar que acaba de llegar a España

La llegada de la embarcación Al Lusail a Mallorca se suma al regalo de un avión Boeing 747-8 a Estados Unidos como reflejo del poder blando de Catar en el escenario internacional

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El emir de Catar, Tamim
El emir de Catar, Tamim bin Hamad Al Thani (@tamim)

El emir de Catar, Tamim bin Hamad Al Thani, captó la atención internacional al regalar un avión Boeing 747-8 valorado en 400 millones de dólares a Estados Unidos. Se trata del jet privado más grande del mundo, una impresionante nave conocida como “un palacio en el cielo”. Este gesto, que podría interpretarse como una iniciativa generosa o como muestra de poder blando y diplomacia estratégica, se ha visto reforzado por su retiro a bordo del ‘superyate’ Al Lusail hacia las costas de España. El mandatario navegó por las aguas del Mediterráneo hastallegar a Port Andratx, Mallorca, a bordo de su lujosa embarcación valorada en 500 millones de dólares, según informa Luxurylaunches.

El medio especializado en estilo de vida de lujo califica el Al Lusail como “la fusión perfecta entre maestría en ingeniería y estética artística de alto nivel”. Construido por el prestigioso astillero alemán Lürssen, el yate cuenta con una longitud de 123 metros, por lo que supera en tamaño a un campo de fútbol americano como los que se utilizan para los partidos de la NFL y ofrece un nivel de lujo que rivaliza con los hoteles más exclusivos del mundo. Según publicó el medio, el diseño exterior fue realizado por H2 Yacht Design de Londres, mientras que el interior lleva la firma de March & White. Entre sus características destacan paredes panorámicas de vidrio, suelos de mármol, un helipuerto, un cine interior y un spa completo.

El barco acapara miradas en Mallorca

El Al Lusail, entregado en 2017, es uno de los más avanzados técnicamente jamás construidos. Con capacidad para albergar a 36 invitados y una tripulación de 56 personas, el yate ofrece comodidades como una piscina interior, un garaje para limusinas y una autonomía de 4.500 millas náuticas (8.334 kilómetros).

El presidente de Estados Unidos,
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el emir de Catar, Tamim bin Hamad Al Thani, asisten a una ceremonia de firma en Doha, Catar. 14 de mayo de 2025. (REUTERS/Brian Snyder)

La presencia del Al Lusail en el puerto de Palma no pasó desapercibida, dominando sobre el superyate Venus, propiedad de Steve Jobs y valorado en 120 millones de dólares. La llegada del yate fue cubierta en la prensa local, aunque su amarre en Port Andratx se realizó de manera discreta.

Un gesto con peso en la política internacional

El viaje del emir a bordo del Al Lusail se produce poco después de que su opulento regalo a Estados Unidos acaparase titulares en Washington. Este avión, que podría rivalizar con el Air Force One en nivel de lujo o incluso sustituirlo, simboliza no solo la riqueza personal del emir, sino también la influencia de Qatar en el escenario político global.

El momento del viaje del emir al Mediterráneo no es casual. Apenas días después del sonado gesto hacia Donald Trump con el Boeing 747-8, su retiro a bordo del Al Lusail parece tanto una recompensa como un recordatorio de su habilidad para mantener el delicado equilibrio político de Qatar en el escenario mundial.

La entrega del avión y el viaje en el Al Lusail reflejan la riqueza del emir y su habilidad para proyectar poder mediante gestos simbólicos. Al regalar una aeronave de 400 millones de dólares, insertó su presencia en la política estadounidense, mostrando cercanía con la administración y afectando la narrativa sobre las relaciones entre el Golfo y Estados Unidos.