Lorena Gómez habla sobre su trastorno alimentario: “No lo superas nunca, aprendes a vivir con ello”

La autoexigencia femenina es algo que está vigente en la sociedad y que, aunque los tiempos cambien y evolucionen, no parece que termine de erradicarse. Esta necesidad de la mujer de compararse constantemente y querer ser siempre un poco mejor cada día, en muchas ocasiones cuesta la salud mental y se lleva de la mano la física con ella. Este es el tema que trataron el pasado domingo en el pódcast Upeka, presentado por Tania Llasera y donde Lorena Gómez como invitada, se sinceró sobre su TCA.

“Hoy hablamos de algo que muchas mujeres arrastramos en silencio: la autoexigencia. Esa presión constante por hacerlo todo bien, demostrar que podemos con todo… aunque por dentro estemos agotadas.”, así se presenta la descripción del capítulo de Upeka de este pasado domingo. Tania Llasera, acompañada de la psicóloga Guada Sánchez, Mercè Bona, creadora de contenido y Lorena Gómez, cantante. “La culpa, el perfeccionismo, el miedo a no estar a la altura… pueden convertirse en una trampa emocional“, continua la descripción.

Según cuenta Guada Sánchez una vez abordaron el tema, “la autoexigencia actúa como mecanismo de defensa de las mujeres. Es una herramienta que tenemos las mujeres para protegernos de algo”. Este tema dio mucho de qué hablar, y entre los palos que tocaron, se extendieron sobre la responsabilidad de ser madre. Todas coincidían en que para ser buena madre intentan que sus hijos nunca vean sus debilidades. Siempre fuertes, siempre perfectas. La misma Lorena admitió: “Huyo para llorar. Me exijo no llorar, no lloro delante de mi hijo”. Mostrar un sentimiento como la tristeza parece ser sinónimo de debilidad, pero lejos de ello, es una forma de mostrar que somos humanos y fuertes por reconocerlo frente a los demás.

A raíz de esta conversación sobre la maternidad, las chicas comenzaron a hablar sobre la autoexigencia en el día a día, separadas de sus hijos. Lorena quiso compartir una anécdota que vivió al poco de ganar la quinta edición de Operación Triunfo. Según cuenta la ex triunfita siempre ha sido muy autoexigente y que, a pesar de lo que los demás le dijeran, ella siempre consideraba que lo podía hacer todo un poco mejor. Y si esta autoexigencia que cargaba de por sí antes de subirse a un escenario ya era suficiente, las cosas empeoraron cuando una persona utilizó unas palabras no muy acertadas que se le quedarían grabadas para siempre.

“Yo gané Operación Triunfo con 19 años y a los dos años comencé a trabajar con un equipo donde una mujer antes de unas fotos me dice: ”Bueno estos días cuídate un poquito la dieta, eh, que siempre tú sabes que cuando estás un poco mas delgadita y tal es mucho mejor a la hora de vender, tal...”, comenzaba relatando Lorena. Tania Llasera se echaba las manos a la boca al escuchar tal comentario, tan poco empático y fuera de lugar. “Imagínate esas palabras para una niña que siempre se ha sentido insegura con su cuerpo, que siempre se ha visto gordita, más grande que el resto de la gente... veía a mis amigas todas delgaditas monísimas... yo deseando hacer una 34 y hacía una 40...”, continuó la cantante.

Es a raíz de este comentario cuando la vida de Lorena cambió para siempre. Una vez más, se demuestra que una sola palabra, una sola declaración, puede tener tanto poder sobre una persona que le destroce mentalmente. “Empecé un TCA, gracias a Dios que nunca me tuvieron que hospitalizar, pero a mi madre la hice sufrir muchísimo, a mi familia”, contaba la cantante. “Tenía un médico que me tenía que pesar de espaldas, era un psiquiatra, ya no un psicólogo, porque le tenía miedo a la báscula, no me pesaba nunca y ellos tenían que ver la evolución”, “es horrible que te digan eso y constantemente estarte comparando”, continuaba. Al escuchar este testimonio, Tania Llasera quiso indagar un poco más en el asunto y le preguntó cómo se supera un trastorno alimenticio. “No lo superas nunca, aprendes a vivir con ello”, le confesó la ex triunfita. “Uno no se cura del todo porque al final uno en su mente está contando calorías siempre”, admitió.

Como Lorena, tantas mujeres sufren trastornos alimentarios por las exigencias para las que el mundo no les ha preparado; siempre en constante crecimiento personal, o mejor dicho, autosabotaje físico y mental. Como la psicóloga Guada Sánchez les proponía al comienzo del episodio: “¿Si soy más maja conmigo misma qué es lo peor que puede pasar?"