Hacienda publica en el BOE la orden para que los bancos paguen el nuevo impuesto: tributarán por el margen de los intereses y las comisiones

El Ministerio de Hacienda ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de este jueves la orden que establece cómo los bancos deben gestionar el pago del nuevo impuesto específico diseñado para entidades bancarias durante los años 2024, 2025, y 2026. Este impuesto reemplaza al gravamen temporal que estuvo vigente durante los años 2022 y 2023, y marca un nuevo capítulo en la regulación fiscal del sector financiero en España.

El nuevo impuesto está diseñado como un tributo de naturaleza directa que grava el margen de intereses y comisiones generados por las entidades financieras, incluidas sucursales de crédito extranjeras y establecimientos financieros en España. De acuerdo con la Ley 7/2024, del 20 de diciembre, este impuesto tendrá una vigencia limitada, aplicándose durante los tres primeros ejercicios fiscales consecutivos que comienzan desde el 1 de enero de 2024.

El diseño del impuesto se centra en los elementos fundamentales de las operaciones bancarias, es decir, el margen de los intereses y las comisiones, que representan fuentes clave de ingresos para estas entidades. Así, Hacienda ha establecido los modelos 780 y 781 para la autoliquidación del impuesto y el pago fraccionado, lo que permitirá a los bancos cumplir con las obligaciones tributarias de manera retroactiva, desde el inicio del año 2024.

El despliegue del nuevo impuesto no ha estado libre de complicaciones. La transición desde el impuesto temporal al nuevo tributo ha generado preocupaciones tanto operativas como financieras entre las entidades bancarias.

Una de las principales controversias surgió con la propuesta del Gobierno de introducir modificaciones mediante un decreto ómnibus para evitar la doble contabilización de los impuestos correspondientes a los años 2023 y 2024. Sin embargo, el decreto fue rechazado en el Congreso el 23 de diciembre de 2024, lo que aumentó la incertidumbre en el sector.

El rechazo al decreto hizo que muchas entidades no contabilizaran ni abonaran el impuesto correspondiente a 2024, lo que incentivó que implantaran medidas de precaución en sus estrategias contables. Desde que se aprobó el nuevo impuesto a finales de 2024, los bancos han iniciado ajustes en sus cuentas del primer trimestre de 2025, proyectando las obligaciones del impuesto a pagar en 2026.

No obstante, todavía está el problema de adaptar sus sistemas y operaciones internas a la nueva normativa. Por esto, la orden recién publicada busca mitigar parte de esta incertidumbre al proporcionar claridad sobre cuándo y cómo debe efectuarse el pago del impuesto para los años 2024, 2025 y 2026.

Específicamente, establece que el pago fraccionado correspondiente a 2025 se realizará los primeros 20 días naturales del sexto mes posterior al cierre del ejercicio fiscal, previsto para el 31 de diciembre de 2024. Es decir, entre principios y mediados de junio.

Desde el punto de vista del sector financiero, la respuesta a este nuevo impuesto ha sido variada. La Asociación Española de Banca (AEB), que ha manifestado su oposición al gravamen, ha comunicado su intención de recurrir el modelo de liquidación impuesto por el Ministerio de Hacienda. Las ventajas y desventajas del nuevo impuesto están siendo evaluadas por varias entidades, que buscan proteger sus márgenes mientras cumplen con las nuevas obligaciones fiscales.

*Con información de Europa Press.