¿Qué son estos animales? Se esconden y salen con el buen tiempo: hay que llamar al centro de recuperación

Con la llegada del buen tiempo son muchos los animales que salen de sus escondites por sus propias dinámicas o como consecuencias de las actuaciones del ser humano. El Centro Fauna Selvatica il Pettirosso en Italia ha lanzado un urgente llamado a la población para prestar atención a unas crías que pueden desconcertar a la población. “¿Sabes qué es esto?”, ha preguntado el centro.

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Estos ejemplares, que podrían estar ocultos en jardines, garajes o leñeros, ven la luz con el inicio de la primavera, que motiva a muchos a limpiar y organizar estos espacios, según ha recogido el medio italiano Il Dolomiti. Los erizos, reconocidos por su peculiar aspecto punzante, cada vez son menos frecuentes, debido al impacto ambiental y la urbanización, por lo que suelen encontrarse en nidos ocultos entre hojas o madera.

El centro de recuperación italiano insiste en la importancia de evitar tocar o trasladar a los erizos de su entorno natural. En caso de encontrar uno, se recomienda contactar inmediatamente con un centro de recuperación: “Máxima atención. Detrás de un montón de hojas, de una pila de leña o en el interior de un saco podría estar la guardería de una mamá erizo. Deténgase inmediatamente y llame al centro de recuperación”, ha señalado este centro de animales.

Además del caso de los erizos, la presencia de otras especies en zonas urbanas plantea un desafío creciente, ya que la interferencia humana puede alterar significativamente sus comportamientos naturales. Estos mamíferos, que son esenciales para el control de plagas al alimentarse de insectos y otros pequeños invertebrados, se ven amenazados por las actividades cotidianas. La urbanización y el deterioro ambiental reducen sus hábitats naturales, obligándolos a buscar refugio en jardines y áreas residenciales.

Los erizos son animales mayormente nocturnos. Durante el día se refugian en madrigueras, entre la maleza o bajo troncos y piedras, y por la noche salen a buscar alimento. Esta conducta les ayuda a evitar a sus depredadores, según The British Hedgehog Preservation Society. Además, entran en hibernación entre los meses de octubre y abril, periodo durante el cual su temperatura corporal desciende de aproximadamente 34 °C a 4 °C.

También se reduce significativamente su actividad fisiológica: la frecuencia cardíaca pasa de 120 a 20 latidos por minuto y la respiración se ralentiza hasta alcanzar unas 10 respiraciones por minuto. Por otro lado, llama la atención su comportamiento: cuando se acerca un enemigo, se envuelve sobre sí mismo y saca su armadura punzante.

El llamado del Centro Fauna Selvatica il Pettirosso no solo invita a la preservación de los erizos, sino también a la concienciación sobre el impacto humano en la vida silvestre. La interferencia, como mover o intentar domesticar animales salvajes, puede llevar a desequilibrios en el ecosistema y provocar consecuencias no deseadas tanto para los animales como para las personas.

Proteger a los erizos y otros animales salvajes sirve como un barómetro de la salud ecológica. Su presencia en áreas urbanizadas señala un ecosistema relativamente equilibrado, mientras que su desaparición puede indicar problemas subyacentes.