Navantia bota el patrullero de altura de Marruecos: así es el primer buque de guerra que España construye para Rabat en más de 40 años

La embarcación está siendo construida en los astilleros que la empresa posee en San Fernando (Cádiz). Su entrega está prevista para el próximo año

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Botadura del patrullero marroquí (EFE/Román
Botadura del patrullero marroquí (EFE/Román Ríos)

Navantia ha celebrado este martes, en su astillero de San Fernando (Cádiz) la botadura del nuevo patrullero de altura destinado a la Marina Real de Marruecos. Se trata del primer buque de guerra construido por España para Rabat en más de cuatro décadas. La ceremonia, desarrollada en la grada número 3 del astillero, concluyó con la activación del sistema de deslizamiento que llevó al buque al mar.

Durante el acto, el director de Negocio de Corbetas y Buques de Acción Marítima de Navantia, Alberto Cervantes, ha subrayado la importancia de de cumplir con éxito este encargo, al que le seguirán otros proyectos ya en cartera. Además, Cervantes ha recordado a su predecesor, José Antonio Rodríguez Poch, fallecido hace un año, y quien inició las gestiones para este contrato con Marruecos.

Por parte de la Marina Real, el capitán de navío mayor Mohammed El Fadili ha destacado que este patrullero es una manifestación del “profundo vínculo de amistad y cooperación” entre los reinos de Marruecos y España, así como entre la fuerza naval marroquí y Navantia. En su intervención, El Fadili ha destacado que el proyecto responde a la voluntad del rey Mohamed VI de modernizar las Fuerzas Armadas Reales ante los “desafíos de seguridad marítima en constante cambio”.

Características

El patrullero botado es la construcción número 565 del astillero de San Fernando. Está basado en el modelo Avante 1800 de Navantia, una plataforma naval de diseño furtivo con capacidades multipropósito, orientada tanto a misiones militares como de vigilancia marítima. Con 87 metros de eslora y 13 metros de manga, la embarcación tiene capacidad para una dotación de 60 personas. Su diseño permite operar durante largos periodos con bajos costes de mantenimiento y operatividad, una cualidad estratégica para armadas que buscan soluciones polivalentes y eficientes.

Botadura del patrullero marroquí (Navantia)
Botadura del patrullero marroquí (Navantia)

El Avante 1800 está diseñado para operaciones tanto en aguas litorales como en alta mar. Su arquitectura permite la integración de sistemas avanzados de combate aéreo, de superficie y guerra electrónica, y está concebido para garantizar alta disponibilidad con tripulaciones reducidas. Además, su baja firma radar contribuye a la discreción en escenarios operacionales complejos.

El contrato firmado con Marruecos no se limita a la entrega del buque, sino que incluye un paquete completo de apoyo técnico-logístico. Este abarca piezas de repuesto, herramientas, documentación técnica y, además, servicios de formación especializada para personal de la Marina Real Marroquí, que se llevarán a cabo en instalaciones españolas. Durante sus tres años de construcción, el proyecto ha generado más de un millón de horas de trabajo y unos 1.100 empleos entre directos, indirectos e inducidos, según datos proporcionados por la empresa pública. Esta carga de trabajo ha beneficiado tanto a la plantilla propia de Navantia como a su red de empresas auxiliares y proveedoras.

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Una colaboración que se refuerza

El presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, ha valorado este proyecto como un paso significativo en la consolidación de la colaboración con Marruecos y un “testimonio del compromiso compartido por la seguridad y la excelencia tecnológica”. Domínguez ha agradecido el esfuerzo del equipo técnico, operarios y empresas colaboradoras involucradas en el programa.

Este encargo marca el retorno de España a la construcción naval militar para Marruecos tras más de cuatro décadas. El último precedente se remonta a 1983, cuando la entonces Empresa Nacional Bazán -hoy Navantia- entregó la corbeta Teniente Coronel Errahmani, construida en los astilleros de Ferrol (A Coruña). Con la botadura de este patrullero, Navantia refuerza su posición como socio estratégico en la industria de defensa marroquí y reabre una línea de cooperación que podría consolidarse con nuevos contratos en los próximos años.