Agrede a su pareja, lo encuentran sangrando en el sofá y la Policía lo inmoviliza con un ‘taser’: “No ha pasado nada”

En ocasiones, se desata el caos en el hogar y las fuerzas de seguridad se ven obligadas a intervenir. Agentes de la Policía Municipal de Madrid utilizaron un Dispositivo Electrónico de Control (DEC), conocido como ‘taser’, para detener a un hombre acusado de agredir a su pareja en el distrito madrileño de Carabanchel. Los hechos ocurrieron el pasado 18 de mayo, cuando una llamada alertó a la Policía sobre un posible caso de violencia doméstica y de género. Al llegar, encontraron al presunto agresor en estado de embriaguez, con heridas y sangre.

El presunto agresor minimizó los hechos, afirmando que solo había caído y que “no ha pasado nada”, mientras su pareja negó inicialmente también cualquier altercado. Sin embargo, una vecina denunciante intervino tras escuchar los gritos de ayuda de los niños y, en el rellano del edificio, indicó lo que había oído. En privado, la presunta víctima confesó ser objeto de maltrato psicológico y abuso, especialmente cuando su pareja consumía alcohol, según fuentes policiales. Los datos del Ministerio de Igualdad recogen que, en el transcurso de este 2025, ya son 12 las víctimas mortales a manos de sus parejas en España.

La situación escaló al descubrirse que un altercado entre el presunto agresor y su cuñado terminó en una pelea. Tras el suceso, el familiar, pareja de la hermana de la víctima, abandonó el lugar. Los agentes intentaron calmar al agresor, pero su comportamiento errático provocó el uso de una ‘taser’ para impedir un posible peligro mientras se aproximaba a la ventana del salón. En total, fueron necesarias dos descargas.

El uso de dispositivos electrónicos como el ‘taser’ refleja un dilema continuo entre garantizar la seguridad de los agentes y los derechos de los detenidos. Finalmente, el presunto agresor fue trasladado al Hospital Central de La Defensa Gómez Ulla por el Samur-Protección Civil, manifestando además su intención de denunciar al cuñado por los daños que le había causado. La víctima, por su parte, declaró su deseo de presentar cargos contra su pareja.

Este incidente en Carabanchel evidencia una problemática aún persistente en la sociedad: la violencia de género. Las estadísticas reflejan que, en 2024, el número de condenas en España experimentó un incremento del 5,1%, alcanzando un total de 39.056 sentencias firmes contra maltratadores de parejas o exparejas. Este aumento en las condenas contrasta con el descenso del 5,2% en el número de mujeres víctimas de violencia de género, que se situó en 34.684, según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En el ámbito de la violencia doméstica, se registraron 8.860 víctimas, de las cuales el 60,6% fueron mujeres y el 39,4% hombres, lo que representa una disminución del 2,9% en comparación con el año anterior. Las personas agresoras en estos casos fueron predominantemente hombres, representando el 70% frente al 29,9% de mujeres. Los datos del INE subrayan que la magnitud de la violencia de género es significativamente mayor que la de la violencia doméstica, con un número de mujeres maltratadas que casi cuadruplica al de víctimas de violencia doméstica. Asimismo, los maltratadores machistas son casi cinco veces más numerosos, con 34.529 casos en el primer grupo y 7.221 en el segundo.

*Noticia elaborada con información de Europa Press