Un plan de fuga sin fisuras: se oculta en una bolsa “de gran tamaño” y escapa de la cárcel en Valladolid, pero detienen a los tres cómplices

En España, las cárceles son una parte integral del sistema de justicia, diseñadas para rehabilitar y reinsertar a los reclusos en la sociedad. Sin embargo, la vida tras las rejas a menudo inspira intentos de fuga que parecen sacados de una película. A lo largo de los años, han ocurrido diversas escapatorias creativas y audaces, que han capturado la atención del público y de las autoridades por igual.

El pasado 14 de febrero, un intento de escape que parecía más propio de una trama cinematográfica tuvo lugar en la prisión de Valladolid, conocida popularmente como la prisión de Villanubla. Según ha informado la Guardia Civil este martes, un recluso del centro penitenciario logró escapar con la ayuda de otros tres internos que fueron liberados ese mismo día.

La fuga fue ejecutada aprovechando el momento de la excarcelación de los tres reclusos, cuando uno de los internos en libertad trasladó al fugado dentro de un voluminoso bulto en un carro portaequipajes, según el Instituto Armado. El plan se llevó a cabo sin aparentes fisuras que pudieran invitar a sospechar que un prisionero estaba oculto, dispuesto a salir de los muros de la prisión.

Sin embargo, las cámaras de seguridad de este centro penitenciario, uno de los ocho con los que cuenta Castilla y León, captaron el momento en que el recluso fue ocultado en una bolsa de gran tamaño y trasladado por los detenidos. Esto llevó a la Guardia Civil a iniciar la operación ‘Escape’ para, con un minucioso esfuerzo, aclarar los detalles del audaz plan.

Los investigadores revisaron las grabaciones de la prisión y observaron que los tres individuos recientemente liberados llevaban consigo varias bolsas, una de las cuales presuntamente ocultaba al prisionero fugado. Para corroborar su hipótesis, los agentes también rastrearon perfiles públicos en redes sociales, donde encontraron imágenes que mostraban vínculos previos entre el evadido y sus cómplices. Además, tuvieron conocimiento que el interno fugado tenía una fuerte influencia dentro del centro penitenciario.

La operación desarrollada por los agentes logró reunir pruebas suficientes para identificar y detener a los implicados como presuntos autores de quebrantamiento de condena. Las autoridades también investigaron al propietario del vehículo en el que el prisionero fugado probablemente fue trasladado fuera del recinto penitenciario. Con las pruebas en mano, la Guardia Civil presentó las diligencias ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Valladolid.

Esta inusual situación se da en un marco en el que cada vez es más común que los reclusos escapen de las prisiones. Desde el pasado mes de diciembre hasta marzo, un total de cinco reos habían logrado escapar de las rejas que los mantenía encerrados. Ahora, se suma uno más. Jorge Vilas, delegado nacional de Prisiones de CSIF, indicó a The Objective que la ausencia de consecuencias severas anima a los reclusos a intentar escapar. “Las sanciones son prácticamente inexistentes y las condenas judiciales posteriores suelen ser muy leves”, comentó Vilas.

Además, subrayó que existe un problema estructural de seguridad en las cárceles. Las últimas fugas han tenido lugar en prisiones antiguas que requieren reformas significativas. No obstante, en muchas de estas instituciones solo se han aplicado “soluciones temporales” que no abordan los problemas reales.

*Noticia elaborada con información de EFE