Cuándo es recomendable cambiar los neumáticos: estos son los factores a tener en cuenta

Aunque depende de factores como el tipo de terreno, la conducción, el mantenimiento, y la calidad del neumático - entre otros -, la vida útil media de un neumático se sitúa entre los 40.000 y los 60.000 kilómetros

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Las ruedas de un coche
Las ruedas de un coche (Freepik)

Saber en qué momento sustituir los neumáticos es uno de esos detalles que influyen directamente en la seguridad vial y en el rendimiento del vehículo, aunque muchas veces pase desapercibido. No se trata únicamente del desgaste visible, sino de entender qué señales indican que ha llegado la hora de un cambio. De ello depende tanto la adherencia al asfalto como la eficiencia en el consumo de combustible. Así que, por ahorrarse una desgracia: esto aseguran desde el portal web de Euromaster Neumáticos.

A qué prestar atención para saber cuando cambiar los neumáticos

Uno de los puntos más claros lo marca la legislación vigente, que establece un mínimo de 1,6 milímetros de profundidad en la banda de rodadura. A partir de ahí, circular se convierte en una infracción, además de un riesgo. Sin embargo, los expertos sugieren no apurar tanto. Según Euromaster, conviene realizar el cambio cuando el neumático baja de los 2,5 milímetros para optimizar la evacuación del agua y la adherencia, reduciendo así el riesgo de accidentes. Porque con un neumático desgastado, la distancia de frenado se alarga, y esos metros extra pueden marcar una diferencia.

Para comprobar el nivel de desgaste, los neumáticos incorporan los llamados testigos: pequeñas elevaciones de goma ubicadas entre las bandas de rodadura que permiten detectar visualmente cuándo se ha alcanzado el límite. En paralelo, el uso de un medidor insertado en las ranuras ayuda a verificar la profundidad con precisión. Lo recomendable, según coinciden los especialistas, es realizar estas comprobaciones de forma periódica y antes de emprender trayectos largos.

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En el caso de los neumáticos, hoy existen herramientas que permiten medir el desgaste en tiempo real, chips que almacenan datos de uso o sensores que indican el estado del producto (Foto: Shutterstock)

Más allá del desgaste, el tiempo también cuenta. Incluso sin recorrer grandes distancias, el material envejece. Factores como la exposición al sol, los cambios de temperatura o una larga inactividad afectan las propiedades del caucho. Por eso, se recomienda cambiar los neumáticos cada cuatro años, independientemente del kilometraje. Para quienes no llevan la cuenta, existe un código en el flanco del neumático que indica la fecha de fabricación, una referencia clave para controlar la antigüedad. Almacenados en buenas condiciones, es posible que conserven sus propiedades durante más tiempo, pero conviene no confiarse. En cuanto al kilometraje: la vida útil media de un neumático se sitúa entre los 40.000 y los 60.000 kilómetros, aunque esta cifra depende del tipo de conducción, las condiciones del terreno y el mantenimiento.

Las revisiones regulares ayudan a anticiparse a problemas mayores. Una revisión al mes, o antes de un viaje largo, permite detectar desgastes irregulares, baja presión o signos de desalineación. En esos chequeos se recomienda levantar el vehículo para inspeccionar de forma completa las ruedas, además de verificar la presión según lo indicado por el fabricante.

Cuando llega el momento del cambio, el precio no debería ser el único criterio. Las prestaciones, la durabilidad y el tipo de uso son factores decisivos. Algunos conductores optan por neumáticos premium, que si bien exigen una inversión mayor, suelen traducirse en una vida útil más larga y mejor rendimiento. Controlar el estado de los neumáticos no es solo cuestión de prevención. Es una parte esencial del cuidado del vehículo, que influye en la seguridad de quienes viajan y en la eficiencia de cada trayecto. Si hay un componente que no admite descuidos, es precisamente este.