Los menores de edad vapean 9 veces más que el resto de la población: “Volvemos a normalizar otra vez el consumo de tabaco”

La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) alerta de la falta de percepción de peligro sobre el tabaco entre los jóvenes

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Una joven vapeando (Shutterstock)
Una joven vapeando (Shutterstock)

El consumo de tabaco en España ha caído a mínimos históricos en el último año. La población parece cada vez más consciente de los peligros de su consumo y cada vez más demanda espacios libres de humos. Pero mientras la ciudadanía general abandona poco a poco las formas tradicionales de consumo, entre los más jóvenes triunfan métodos innovadores como el vapeo: un 19,3% de los españoles entre 14 y 18 años fuma y, de ellos, el 11,1% utiliza vapeadores, según una encuesta elaborada por la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC).

En comparación con la población general, donde apenas un 1,2% acude a estos dispositivos electrónicos, los menores de edad vapean 9 veces más que el resto de los españoles, pese a que el 77,8% asegura conocer los perjuicios de este producto. Es algo que preocupa especialmente a los médicos de familia, pues “el 93% de los que vapean consumen además cigarrillos tradicionales”, advierten desde el Grupo de Abordaje al Tabaquismo de la semFYC.

La prevalencia del tabaquismo ha bajado”, ha valorado la médica de familia Sara Cascón en la presentación de los resultados de la encuesta de semFYC, que cuenta con 9.500 respuestas. “Pero ahora estamos retrocediendo”, ha advertido, y en ello los vápers juegan un papel primordial. Para esta doctora, la variedad de sabores que ofrecen estos dispositivos (fresa, algodón de azúcar, mojito...) “están influyendo en que nuestros jóvenes empiecen a consumir”. “Y parece que cuando saben a eso, la percepción es que son menos malos, y son igual de malos. Tienen nicotina y un montón de sustancias tóxicas, pero saben a algo que parece un caramelo o un refresco”, ha añadido Cascón.

“La población cada vez reclama más una restricción al uso de dispositivos de vapeo o de, por supuesto, cigarrillos”, ha asegurado Paula Chao, médica de familia y vicepresidenta tercera de semFYC. “Sin embargo, la gente joven es mucho más permisiva, no tienen conciencia de este del perjuicio que supone inhalar humo de estos dispositivos”.

Los jóvenes, menos favorables a ampliar los espacios sin humo

Imagen de archivo: Varias personas
Imagen de archivo: Varias personas en la terraza de un bar, a 7 de abril de 2024, en Madrid (España). (Ricardo Rubio / Europa Press)

El váper estaría logrando “normalizar otra vez el consumo de tabaco” entre los más jóvenes, valora Cascón. Ella y sus compañeros ponen el foco en las discotecas, donde el consumo de tabaco en interiores ha vuelto a darse. “Habíamos conseguido que no se fumara en el interior de estos locales y, en general, en los locales de recreo; pero estamos viendo que los jóvenes vuelven a fumar a través de los váper”, ha explicado.

Esta desensibilización se refleja en su aceptación a las medidas de ampliación de espacios sin humos. Aunque la mayoría de la población se muestra favorable a prohibir fumar en terrazas de bares y restaurantes (74%), los menores de entre 14 y 18 años solo lo apoyan en un 56,3%, mientras que los jóvenes de entre 19 y 24 años lo apoyan en un 64,2%. Si se plantea esta medida en marquesinas, la aceptación es aún más baja entre los que aún no alcanzan la mayoría de edad: solo un 47,7% apoyan prohibir fumar en paradas de autobús, frente al 76,8% general. Por su parte, los jóvenes de entre 19 y 24 años lo apoyan en un 60,2%.

Donde sí parece haber un consenso general es en prohibir el tabaco en centros educativos, medida que cuenta con el apoyo del 83,7% de la población general, del 71,1% de los menores de edad y del 84,7% de los jóvenes de entre 19 y 24 años.

Más de 50.000 muertes anuales

Los datos del tabaco en España: más de un 60% de los fumadores se plantea dejarlo.

En el marco de la Semana Sin Humo de semFYC, la doctora Chao ha recordado que, en España, entre 50.000 y 60.000 muertes anuales son atribuibles al tabaco. “No solo por cánceres o bronquitis, sino también por enfermedades cardiovasculares, lo que supone que entre uno y dos pacientes de cada médico de familia vaya a fallecer por una muerte atribuible al tabaco“, ha declarado.

Además, el tabaquismo se asocia a la aparición de 35 enfermedades, como el cáncer de pulmón, las patologías cardiovasculares, la EPOC o la diabetes.