La Casa Real Noruega emite un comunicado sobre el futuro profesional de la Princesa Ingrid Alexandra: su mudanza a 15.000 kilómetros

La heredera al trono de Noruega ha decidido cambiar de continente para estudiar una carrera universitaria

Guardar
La princesa Ingrid Alexandra de
La princesa Ingrid Alexandra de Noruega asiste a una cena de gala en el Palacio, 2025. (Fredrik Varfjell/NTB/vía REUTERS).

La familia real noruega se encuentra en una etapa de transición marcada por decisiones personales, escándalos familiares y cambios inesperados. Debido a esto, la institución ha decidido que lo mejor para la princesa Ingrid Alexandra es alejarse temporalmente del foco público e institucional. La joven heredera, hija de los príncipes Haakon y Mette-Marit, ha decidido continuar su formación académica en la Universidad de Sídney, en Australia, donde se especializará en Relaciones Internacionales y Economía Política.

Este movimiento no solo supone un cambio geográfico importante, más de 15.000 kilómetros la separarán de su país natal, sino que también implica una retirada total de la agenda oficial de la casa real durante al menos tres años. Ingrid residirá en el campus universitario como una estudiante más, alejándose tanto de los compromisos monárquicos como de la polémica que ha afectado recientemente a su familia.

Su decisión llega tras haber concluido su instrucción militar, una formación obligatoria para los futuros monarcas en Noruega, al igual que ocurre en la casa real española. De hecho, Ingrid había prolongado voluntariamente su etapa en el Ejército, demostrando su compromiso con el deber institucional. Sin embargo, la elección de Australia como destino académico ha sido inesperada, especialmente por la distancia y la imposibilidad de compaginar sus estudios con apariciones oficiales.

El traslado de la princesa se produce en un momento delicado para la familia. Su hermano Marius Borg, hijo mayor de Mette-Marit, ha sido protagonista de varios escándalos que han afectado a la imagen pública de la realeza. Arrestado en cuatro ocasiones y acusado de delitos graves de acoso sexual y violencia machista, Marius ha pasado incluso por prisión preventiva y actualmente se encuentra en rehabilitación en Londres por problemas de adicción. Esta situación ha generado una presión mediática considerable y ha salpicado indirectamente a toda la casa real, incluida la propia Ingrid.

Aunque la institución ha intentado desvincularse de las polémicas protagonizadas por Marius, lo cierto es que la atención sobre el caso no ha cesado. Su nueva abogada, Holager Andenæs, ha expresado su preocupación por posibles filtraciones en la investigación y ha denunciado la exposición mediática a la que su cliente ha estado sometido. Para Ingrid, la distancia geográfica representa también una forma de protegerse de este entorno y centrar sus energías en su futuro profesional.

“Quiero que te mueras”: nuevos audios revelan las amenazas de Marius Borg a su exnovia la noche en que la agredió.

La Casa Real Noruega reorganiza sus filas

La marcha de la princesa Ingrid deja a la casa real noruega con una plantilla reducida para afrontar sus compromisos. Actualmente, los reyes Harald y Sonia, junto con los príncipes Haakon y Mette-Marit, asumen la mayor parte de las responsabilidades oficiales. Sin embargo, la avanzada edad del rey y los problemas de salud que arrastra, así como las frecuentes ausencias de Mette-Marit debido a su enfermedad pulmonar crónica, complican el panorama institucional.

En ese contexto, muchos esperaban que Ingrid comenzara a asumir un papel más activo tras completar su formación militar. Pero su decisión de instalarse en Australia aplaza esa expectativa. La única respuesta de la casa real ha sido reorganizar sus filas. Prueba de ello es que Sverre Magnus, el hijo menor de Haakon y Mette-Marit, hará su debut en solitario en un acto oficial, representando a la familia en una recepción al equipo olímpico de invierno. Este gesto parece confirmar que se están distribuyendo nuevas responsabilidades entre los miembros más jóvenes.

Mientras tanto, Ingrid Alexandra podrá disfrutar de una etapa universitaria alejada de las presiones del protocolo y con mayor anonimato, algo que muchos otros herederos europeos han buscado al estudiar fuera de sus países. Su elección de carrera y el lugar donde la desarrollará refuerzan la idea de que está preparándose a fondo para un futuro papel de liderazgo, aunque sin prisas.