Qué significa la señal de tráfico con borde verde que puede llegar a España: un cambio para los conductores

En el ámbito de la seguridad vial, la Dirección General de Tráfico (DGT) en España ha considerado la introducción de una nueva señal de tráfico que ya suscita curiosidad entre los conductores. Esta señal, que se distingue por su borde verde, aún no se ha implementado oficialmente en las carreteras españolas, pero ya es una práctica común en varios países europeos como Francia y Reino Unido. Su objetivo principal es fomentar una conducción más segura a través de recomendaciones de velocidad, aunque no establece restricciones legales que deriven en sanciones.

El diseño de la señal verde es circular, con un fondo blanco y un número en su interior, que indica la velocidad máxima sugerida pero no obligatoria. A diferencia de las señales con borde rojo que representan prohibiciones estrictas, las señales verdes sirven como avisos que buscan incentivar la prudencia al volante. Esto resulta especialmente relevante en ubicaciones de alto riesgo, como zonas escolares o áreas con alta densidad de tráfico, donde se espera que los conductores sean más cautelosos.

La aparición de esta señal obedece a cambios recientes en las políticas de movilidad urbana, donde se otorga gran importancia al uso responsable de las vías y a la promoción de comportamientos cívicos entre los conductores. Aunque exceder la velocidad marcada por una señal verde no resultará en una multa, se recomienda adherirse a esta sugerencia para asegurar la propia seguridad y la de los demás usuarios de la vía.

Una de las principales ventajas de esta señal radica en su enfoque educativo, ya que ayuda a los conductores a ser conscientes de las condiciones del entorno y a ajustar su velocidad en consecuencia, sin la presión de una posible sanción. Estas recomendaciones facilitan una conducción más relajada y un entorno vial más seguro, lo cual puede resultar en una reducción significativa de accidentes de tráfico.

A pesar de que todavía no se ha implementado de manera oficial en las vías de España, la experiencia en otros países ha sido positiva. En Francia, por ejemplo, la señal verde ha conseguido una aceptación gradual y ha contribuido a una mejora en las prácticas al volante sin necesidad de regulaciones coercitivas.

España, al evaluar la posible implementación de esta señal, se enfrenta a la oportunidad de revolucionar su sistema de señalización. Tradicionalmente, las señales de tráfico españolas se dividen entre aquellas que imponen restricciones, como las de borde rojo que señalan prohibiciones absolutas, y señales de aviso e información que se presentan en otros colores. La introducción de esta nueva señal constituiría una expansión del repertorio habitual, proporcionando a los conductores una guía práctica basada en la prudencia.

El uso del color verde para esta nueva señalización no es casual. En el sistema de señales, el verde se selecciona precisamente por su asociación con conceptos de sostenibilidad, vida y responsabilidad, en contraste con la severidad que puede transmitir un borde rojo. La señal verde no obliga a reducir la velocidad de forma legal, pero sugiere un comportamiento cauto y preventivo al volante que se espera sea aceptado de buena fe por los conductores.