La mujer que vive con 43 gatos: “No tengo vacaciones”

Cada año, Monika salva alrededor de 80 gatos, en una actividad de rescate en la que lleva cuatro décadas

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Imagen de un gato. (Freepik)
Imagen de un gato. (Freepik)

Trabajar cuidando animales es una de las labores más bonitas que existen, sin embargo, conlleva un gran sacrificio. La implicación emocional es uno de los factores más importantes, siendo agotador a nivel físico y mental.

Una de las personas que conocen esto en profundidad es Monika, una mujer de 65 años que se dedica a rescatar gatos. Recientemente jubilada, ahora dedica toda su vida al cuidado de estos animales.

Sin embargo, lleva implicada en este proceso durante más de 40 años. La historia de Monika Riepl gira en torno a los gatos, siendo un ejemplo a seguir para cualquier animalista. Tanto es así, que el medio francés 20 minutes la ha entrevistado.

“No tengo vacaciones”

Si hay una cosa que no falta en su casa son gatos. Según relata el medio francés, Monika vive en una casa relativamente grande en la que, nada más llegar, el jardín está lleno de gatos tomando el sol.

“No tengo vacaciones, afirma la señora. Sin embargo, esto no es un problema para ella. Pese a que en ocasiones esté saturada y cansada, es el camino que la llena emocionalmente y el que lleva escogiendo desde los 25 años.

Cuando era pequeña no la dejaban tener gatos, sin embargo, en cuanto se independizó y consiguió tener un mínimo de estabilidad económica, decidió dedicarle su vida al completo a los gatos, recogiéndolos, cuidándolos y buscándoles un nuevo hogar.

Actualmente vive con 43 gatos en un hogar de 210 metros cuadrados repartidos en tres plantas y un jardín de más de 40 metros cuadrados. Un total de 22 gatos viven de forma permanente con ella, mientras que el resto residen allí de manera temporal, concretamente hasta que alguien los adopte.

Más de 286.000 perros y gatos abandonados en España al año: estos son los motivos más comunes.

La propia Monika estima que al año recoge 80 gatos y que siempre consigue encontrar a alguien que quiera adoptarlos. Esto supone un reto en lo económico, teniendo que hacerse responsable de todos los cuidados que conlleva. Esterilizar al gato, ponerle chip o darle de comer todos los días son algunos de los retos a los que se enfrentan.

El estrés emocional al que está sometida Monika

Pese a que sea una de las cosas que más la llenan emocionalmente, también es una situación estresante en varios aspectos. Que varios animales dependan únicamente de ti es algo que conlleva una gran responsabilidad, algo que pesa en lo anímico.

Además, hay algunos casos en los que los gatos a los que intenta salvar terminan falleciendo. Uno de los momentos más difíciles para ella fue cuando intentó salvar a un gato muy mayor que padecía inanición.

Tras una semana en la que le dedicó la mayor parte de su esfuerzo y atención, el gato tuvo que ser sacrificado. Historias como estas ha vivido varias, algo que sin duda supone un mazazo emocional para ella.

“Lloro a menudo”, confesó en la entrevista con 20 minutes. Sin embargo, esto no es algo que le frene, teniendo claro que va a seguir haciendo esto hasta que el físico le aguante.