Un adolescente francés desaparecido hace seis semanas es encontrado en España: “Entró en pánico y huyó”

La historia de Louenn, un adolescente francés de 15 años que permaneció desaparecido durante más de seis semanas, ha dado un giro definitivo. El joven, cuyo rastro se perdió el pasado 5 de abril, fue localizado esta semana en territorio español, cerrando así una etapa marcada por la incertidumbre para su familia y el resto de personas de su entorno más cercano.

El punto de inflexión en la búsqueda se produjo gracias a una imagen. Según informó el diario francés Nice Matin, una mujer envió a Sandrine Chaveneau - la madre del menor - una fotografía tomada en Lloret de Mar (Girona) en la que aparecía un joven con rasgos similares a los de su hijo. La intuición materna no tardó en activarse. Horas después, Sandrine emprendía un viaje de seis horas rumbo a Gandía, donde finalmente, en la madrugada del miércoles, un guardia de seguridad facilitó el reencuentro.

“De repente, su rostro se ilumina, lo abrazo fuerte”, relató Sandrine al medio francés tras el momento en que volvió a ver a su hijo. Louenn, según explicó su madre, huyó después de “un accidente menor” en un scooter. “Entró en pánico y huyó”, contaba. A raíz del accidente, el adolescente reaccionó impulsivamente, dominado por el miedo, y decidió alejarse sin comunicarlo a nadie. Su recorrido lo llevó por varios puntos del sur de España, llegando incluso a Málaga, donde pasó parte del tiempo solo.

Durante su ausencia, el joven se valió de trabajos esporádicos para subsistir. En más de una ocasión durmió en la calle. A pesar de la dureza de la experiencia, su madre consideró que esta vivencia servirá como aprendizaje vital para su desarrollo. Esta experiencia “le hará madurar. Aprenderá algunas lecciones", explicó Chaveneau tras el reencuentro.

Las primeras pistas concretas sobre el paradero del joven surgieron en mayo, cuando las autoridades comunicaron que el scooter que utilizaba había sido detectado cerca de la frontera española. Esta información sorprendió a la familia, que hasta ese momento consideraba más probable que Louenn se hubiese dirigido hacia Italia.

En paralelo a la labor policial, amigos y familiares activaron una intensa campaña en redes sociales para solicitar colaboración ciudadana. Publicaciones, mensajes dirigidos directamente a Louenn y llamamientos a posibles testigos circularon durante semanas, sin resultados concluyentes hasta el hallazgo reciente. También la fiscalía tomó parte, organizando interrogatorios en el instituto donde estudiaba el menor, con la intención de reunir información que arrojase luz sobre su paradero.

Ya de vuelta con su familia, comienza ahora una etapa distinta para los Chaveneau. “Ahora nos tomaremos el tiempo para reunirnos como familia y reconstruirnos”, declaró Sandrine, subrayando la necesidad de centrarse en el restablecimiento del equilibrio familiar tras una experiencia emocionalmente exigente.

La desaparición de Louenn, seguida por su reaparición en un país distinto y en circunstancias que pocos podían haber anticipado, ha puesto de relieve la fragilidad de ciertos momentos adolescentes y la rapidez con la que una decisión impulsiva puede transformar el curso de los acontecimientos. Para la familia, el reencuentro marca el principio de una nueva etapa.