Estos son los tipos de estafas de inversión más utilizadas en 2025

Promesas de beneficios rápidos, suplantación de identidad y plataformas falsas son algunas de las tácticas de los delincuentes para engañar a miles de personas

Guardar
La Policía Nacional difunde un nuevo vídeo con consejos para el ciudadano, esta vez frente a las estafas.

Las estafas de inversión se han consolidado como uno de los fraudes financieros más comunes. Esta práctica consiste en engañar a las víctimas mediante promesas de rentabilidad rápida y segura, con el objetivo de que transfieran dinero a cuentas controladas por ciberdelincuentes. Estas operaciones fraudulentas están cada vez más profesionalizadas, lo que dificulta su detección y multiplica el número de afectados.

Una de las formas más comunes de estafar a alguien comienza con un mensaje en una aplicación de mensajería como WhatsaApp en el que se ofrecen pequeñas recompensas, como cinco o diez euros, a cambio de realizar tareas simples. Tras establecer confianza, las víctimas son incorporadas a grupos de Telegram donde se simula un entorno de inversión rentable con testimonios falsos de usuarios satisfechos. Finalmente, se pide realizar transferencias de mayores cantidades con la promesa de multiplicar la inversión. Una vez enviado el dinero, los responsables bloquean a la víctima o desaparecen.

Los delincuentes pueden fingir ser otra persona

En ocasiones, los delincuentes van un paso más allá y suplantan la identidad de un personaje famoso, ya sea reconocido por su experiencia en el mundo de las finanzas o no, para intentar convencer a la víctima de que se encuentra ante una gran oportunidad de inversión. Normalmente, publican un falso testimonio de la estrella animando al público a depositar su dinero. Estas campañas fraudulentas nunca cuentan con el consentimiento de los personajes públicos, y su único objetivo es generar una falsa sensación de legitimidad para captar víctimas rápidamente.

01/06/2023 BID Invest
ECONOMIA 
BID INVEST
01/06/2023 BID Invest ECONOMIA BID INVEST

También han aumentado los fraudes que combinan estafas sentimentales con inversiones falsas. Los ciberdelincuentes crean perfiles en apps de citas y, tras entablar una relación virtual, inducen a la víctima a invertir en criptomonedas o plataformas de trading fraudulentas.

Falsas plataformas y critomonedas ‘meme’

Otra modalidad en auge implica llamadas de supuestos asesores financieros o brokers que ofrecen oportunidades exclusivas a través de aplicaciones o páginas web fraudulentas. Estas plataformas muestran gráficas falsas con beneficios crecientes para convencer al usuario de invertir más. Algunas páginas web incluso imitan el diseño de plataformas legítimas de inversión. Aunque parezcan ser seguras, estas webs operan de forma opaca y en el momento en que la víctima quiere retirar los fondos, el sistema deja de responder o directamente se bloquea el acceso.

Los consejos de la Guardia Civil para evitar una estafa del amor tras el crimen de los hermanos de Morata de Tajuña (Madrid)

Se han registrado ya varios casos de fraude con criptomonedas “meme”, activos financieros sin valor real que se viralizan rápidamente gracias a campañas falsas o referencias mediáticas. A veces, la divisa se relaciona con un personaje público para aportar una falsa sensación de legitimidad, pero la celebridad no guarda relación alguna con ella. Los estafadores promueven la compra masiva de estas monedas en internet para después retiran los fondos y cierran el proyecto, dejando a los compradores sin posibilidad de recuperación.

Esquemas Ponzi y estafas piramidales

Uno de los fraudes de inversión más comunes, que se ha utilizado durante décadas en sus diferentes versiones, es el basado en el esquema Ponzi. Consiste en prometer altas rentabilidades a los inversores, cuando en realidad no se genera ningún beneficio real. El sistema se sostiene utilizando el dinero de nuevos participantes para pagar a los anteriores, creando la ilusión de que la inversión funciona. A medida que crece la base de inversores, se necesita cada vez más capital para mantener el engaño. Cuando no entran suficientes fondos nuevos, el esquema colapsa y los promotores desaparecen, dejando a la mayoría de las víctimas sin su dinero.