El café como fertilizante natural: estas son las plantas que lo adoran

Su combinación de nutrientes permiten el desarrollo de raíces sanas, además de que ahuyentan insectos como las hormigas o los caracoles

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Jardinero (Freepik)
Jardinero (Freepik)

Lo que para muchos no es más que un residuo cotidiano, para algunas plantas puede convertirse en un pequeño tesoro natural. Los posos de café son el oro marrón del jardín, pues cada cucharada contiene una combinación de nutrientes: nitrógeno, potasio, fósforo, magnesio y otros micronutrientes en pequeñas dosis que pueden marcar la diferencia en el crecimiento y la salud de ciertas especies vegetales.

El café transforma la estructura del suelo, ya que lo hace más suave, esponjoso y capaz de retener la humedad sin apelmazarse, lo que favorece el desarrollo de raíces sanas. Además, algunos insectos como hormigas y caracoles tienden a evitarlos, ya sea por el olor o la textura.

Eso sí, como en casi todo en jardinería, el exceso puede ser contraproducente. Usar demasiados posos, especialmente si están húmedos, puede formar una capa compacta en la superficie de la tierra y favorecer la aparición de hongos. Lo ideal es dejarlos secar al aire (sobre una hoja de papel, por ejemplo) y luego almacenarlos en un recipiente abierto. También pueden mezclarse con compost, donde su potencial se equilibra con otros residuos orgánicos y se convierte en un abono natural altamente efectivo.

Posos de café (Pexels)
Posos de café (Pexels)

Para que su efecto sea el deseado, los posos de café deben mezclarse con la tierra antes de plantas, así como espolvorearlos en pequeñas dosis alrededor de la base, pero siempre evitando el contacto directo con los tallos. Además, no deben usarse más de una vez por cada dos o tres semanas.

Plantas para las que es beneficioso

Tal y como explica la revista Cuerpomente los posos de café no son efectivos en todas las plantas. Mientras que es un abono adecuado para las que prefieren los suelos ligeramente ácidos, no se recomienda fertilizar con ellos las de los suelos alcalinos, como los crisantemos, los arbustos de bayas o los gladiolos.

Para algunas plantas se convierte en un aliado ideal, pues permite que crezcan de una forma más sana, dándole mayor vida al jardín.

Hortensias

Las hortensias son una de las plantas que más agradecen los posos de café, ya que favorecen la absorción de hierro y otros nutrientes que intensifican el color de las flores, sobre todo los tonos azules. De hecho, muchos jardineros los usan como truco para cambiar o realzar la pigmentación floral.

Un botón de hortensias (Pixabay)
Un botón de hortensias (Pixabay)

Además, al mejorar la estructura del suelo y ayudar a mantener la humedad, los posos de café contribuyen a crear un entorno más estable para sus raíces, que son sensibles a los cambios bruscos. Eso sí, siempre en pequeñas cantidades y bien secos para evitar saturaciones o problemas de hongos.

Azaleas

Las azaleas son acidófilas por naturaleza, lo que las convierte en candidatas ideales para beneficiarse de los posos de café. Estos residuos aportan ligera acidez al suelo y mejoran su estructura, lo que permite que las raíces se desarrollen con mayor facilidad. Además, el contenido en nitrógeno y magnesio ayuda a mantener un follaje verde y saludable, algo crucial en plantas que florecen con tanta intensidad.

Camelias

Las camelias, como las azaleas, prefieren sustratos ácidos, bien drenados y ricos en materia orgánica. Su aporte de nutrientes como el fósforo y el potasio apoya la formación de flores resistentes y duraderas, algo fundamental en esta especie ornamental tan valorada. Una ligera capa mezclada con el mantillo puede, además, ayudar a repeler caracoles, enemigos habituales de las camelias en jardines húmedos.

Rododendros

Los posos de café pueden ser un gran aliado en su cultivo, ya que ayudan a mantener la acidez del sustrato y aportan nutrientes esenciales como nitrógeno y magnesio, favoreciendo un crecimiento vigoroso y un follaje más verde.

Además, al mejorar la estructura del suelo y su capacidad para retener la humedad sin apelmazarse, los posos secos contribuyen a crear un entorno ideal para unas raíces que no toleran bien la compactación. Aplicados con moderación y preferiblemente mezclados con otros residuos orgánicos, pueden marcar la diferencia en la salud general del rododendro.

Rosas

Aunque no son plantas acidófilas estrictas, las rosas pueden beneficiarse del uso moderado de posos de café. Su aporte de nitrógeno favorece el crecimiento de un follaje denso y sano, lo que a su vez fortalece la planta para producir flores más vigorosas. Además, el fósforo y el potasio presentes en los posos ayudan en el desarrollo de raíces fuertes y una floración más abundante.

Rosa (Freepik)
Rosa (Freepik)

Hortalizas

El uso de posos de café en huertos puede ser beneficioso, pero con ciertas precauciones. En general, hortalizas de hoja verde como espinacas, lechugas o acelgas agradecen el aporte de nitrógeno, ya que promueve un crecimiento frondoso. Además, el café mejora la estructura del suelo, ayudando a que retenga la humedad sin compactarse, lo que es clave para raíces sanas.

Sin embargo, no todas las hortalizas lo toleran igual de bien. Algunas, como tomates, pimientos o berenjenas, pueden resentirse si el suelo se acidifica demasiado. Por eso, lo mejor es no aplicar los posos directamente, sino mezclarlos con compost para neutralizar su efecto ácido y aprovechar sus nutrientes de forma más equilibrada.