Un hombre vive en un avión por 325 euros al mes desde hace más de 20 años: “No me arrepiento de haber perseguido esta visión”

En verano, Campbell adapta las alas del avión para hacer conciertos al aire libre

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Tiene 73 años y lleva
Tiene 73 años y lleva 20 viviendo en un avión que ha reconvertido en su hogar. (Imagen Composición Infobae)

En un rincón del bosque de Hillsborough, cerca de Portland, Oregón (Estados Unidos), un Boeing 727 se alza sobre un claro como testimonio del sueño cumplido de Bruce Campbell, un ingeniero eléctrico que, a los 73 años de edad, desafía el concepto convencional de hogar.

Desde hace más de dos décadas, Campbell ha transformado este avión retirado en su casa, un deseo que ha perseguido desde su infancia y que consiguió en 1999, cuando adquirió el avión por 100.000 dólares. Ahora, ha invertido en él aproximadamente otros 15.000 entre reparaciones y obras, convirtiéndolo en un espacio único.

“Esta aeronave era toda de clase turista. No había clase ejecutiva, ni primera clase. Era turista desde la cabina de mando hasta la cola”, indicó Campbell.

“Un lugar feliz”

El reciclaje de aviones no es una práctica común, pero Campbell ha demostrado que es posible convertir un avión en una vivienda funcional. A diferencia de otros aviones que se transforman en lujosas mansiones, el hogar de este ingeniero es sencillo y práctico.

Así, ha eliminado casi todos los asientos de pasajeros para crear un espacio abierto, donde un sofá futón sirve como cama. “No me arrepiento de haber perseguido esta visión”, afirma Campbell. “Es divertido. Las casas de Jetliner son realmente geniales”, añade en uno de sus vídeos donde muestra su peculiar hogar.

El ingeniero muestra su hogar
El ingeniero muestra su hogar y dónde duerme. (Imagen: YouTube)

El interior del avión ofrece unos 325 metros cuadrados de superficie habitable, con una ducha completamente funcional, una lavadora y una cocina equipada con un microondas y un horno tostador. No obstante, Campbell mantiene la cabina del piloto intacta, disfrutando de los ordenadores y sistemas originales, incluyendo un Apple Macintosh SE de finales de los años ochenta, que funciona como espacio para dejar mensajes digitales de visitantes.

“Si eres ingeniero, científico o cualquier persona que aprecia la elegancia y la belleza de la tecnología aeroespacial, es simplemente un lugar feliz para vivir”, comentó.

Campbell dándose una ducha. (Imagen:
Campbell dándose una ducha. (Imagen: YouTube)

Pero una de las cosas más sorprendentes es el coste de la vida en ese lugar. Campbell paga alrededor de 370 dólares (325 euros) al mes en impuestos de propiedad y electricidad. Además, posee el terreno donde está estacionado el avión, lo que le permite disfrutar de su residencia sin preocupaciones.

Es un gran juguete. Puertas con trucos, suelos con sorpresas, compuertas aquí, cierres allá, artilugios curiosos por todas partes… Es una aventura constante”, explica con entusiasmo.

El avión en el bosque
El avión en el bosque de Hillsborough, Estados Unidos. (Imagen: YouTube)

“Concert on a Wing”

Más allá de su hogar, el avión también se ha convertido en un espacio cultural. Durante el verano, Campbell organiza conciertos al aire libre en las alas del avión, eventos que ha denominado como “Concert on a Wing”.

Su propuesta arquitectónica ha ganado reconocimiento internacional por su originalidad y sostenibilidad. “A mi juicio es completamente irracional destruir las mejores estructuras del tamaño de una casa que existen en este planeta y luego construir viviendas con materiales que, en esencia, no son más que conjuntos de palos fabricados con métodos antiguos e inferiores”, señala el ingeniero.

Campbell reparando y limpiando el
Campbell reparando y limpiando el ala derecha de su casa. (Imagen: YouTube)

Por su parte, le gusta recordar que en el último vuelo del avión estaba abordo Aristóteles Onassis, el marido de Jacqueline Kennedy, lo que añade un toque histórico a su hogar.