Tener empleo y no poder cubrir las necesidades básicas: el 17% de las familias con hijos en España viven en situación de pobreza laboral

Un estudio de Save the Children indica que la situación se agrava en los hogares monoparentales y las familias numerosas. Trabajos de jornadas parciales y la discontinuidad son algunas de las causas de esa pobreza

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Imagen de varias familias esperando
Imagen de varias familias esperando a la entrega de alimentos. (Marta Fernández / Europa Press)

El 11,7% de las personas con empleo en España viven en situación de pobreza laboral, es decir, a pesar de tener empleo, el salario no les permite cubrir adecuadamente sus necesidades básicas. Y ese porcentaje se eleva hasta el 17% en el caso de las familias con hijos a su cargo, según las principales conclusiones del estudio que este miércoles ha presentado Save the Children, que lleva por título Cuentas que no salen. Radiografía de la pobreza laboral en los hogares de España.

El informe, que ha analizado datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Muestra Continua de Vidas Laborales de Seguridad Social, además de entrevistas a familias, evidencia que tener un empleo “ya no garantiza por sí solo unas condiciones de vida mínimamente aceptables”. Esa tasa de pobreza empeora hasta el 21% en los hogares donde conviven dos personas adultas pero solo una trabaja, y crece de manera sustancial cuando se añaden hijos a cargo: hasta un 33% si hay un hijo, 38% con dos hijos y puede llegar al 63% si hay tres o más hijos. Por otro lado, si ambos adultos trabajan, las cifras bajan significativamente (6,3% en hogares con un hijo, 8,9% si hay dos y 14,7% si hay tres o más).

El estudio también señala casi el 32% de los hogares monoparentales sufren pobreza laboral, cifra que asciende hasta el 35,5% en el caso de las familias numerosas.

Salarios insuficientes y baja intensidad en el empleo

Como causas principales de esa pobreza laboral, el estudio de Save the Children apunta dos motivos: salarios insuficientes y la baja intensidad en el empleo. En el primer caso, aunque el Salario Mínimo Interprofesional ha aumentado en los últimos años, sigue sin ser suficiente para llegar holgadamente a fin de mes para muchos trabajadores, mientras que en la segunda cuestión, cuando la intensidad laboral es baja, es decir, se trabajan pocas horas o se hace solo de forma parcial o intermitente, “los ingresos derivados del empleo tienden a ser insuficientes para cubrir las necesidades básicas de la familia”.

“Esta situación es especialmente común en empleos a tiempo parcial involuntario, con contratos temporales o de corta duración. Así, aunque formalmente haya personas ocupadas, los ingresos generados son demasiado bajos para superar el umbral de pobreza”, añade la investigación.

Una camarera atiende a clientes
Una camarera atiende a clientes en una terraza. (Europa Press)

Así, Save the Children destaca que cerca del 65% de las personas que logran trabajar entre 180 y 300 días al año consiguen superar el umbral de la pobreza y casi la mitad de quienes trabajan menos de 180 días al año tienen contratos temporales de manera habitual.

Las mujeres jóvenes son las más afectadas

El perfil sociodemográfico también juega un papel crucial, de forma que los jóvenes entre 16 y 29 años son los más afectados: solo el 12,5% de los que han trabajado el último año superaron el umbral de la pobreza. Un 24% de este grupo trabaja más de medio año o con medias jornadas, y la falta de continuidad laboral dificulta su capacidad de emancipación y su acceso al mercado de la vivienda, añade el estudio.

Las mujeres también enfrentan a una mayor parcialidad que los hombres. Mientras en España un total de 806.400 hombres disponen de un empleo a tiempo parcial, la cifra se eleva a más de 2,2 millones en el caso de las mujeres. Casi 400.000 de las que tienen contrato parcial señala el cuidado de hijos o adultos como motivo, en comparación con solo 30.000 hombres en la misma situación. Además, el 74% de los empleos a jornada parcial son desarrollados por mujeres.

La nacionalidad también influye en esa tasa de pobreza laboral: una de cada cinco personas en situación de pobreza laboral es extranjera, mientras que solo uno de cada diez trabajadores que logran salir de la pobreza son extranjeros.

Las madres solteras sufren más riesgo de pobreza: “No podemos vivir con una jornada reducida, necesitamos recursos”.

Medidas a implementar

Por todo ello, Save the Children plantea recomendaciones como mejorar la calidad del empleo a través de incentivos a empresas, formación y recualificación, flexibilidad horaria y actualización de las políticas activas de empleo con perspectiva de familia e infancia. La organización también aboga por mejorar las condiciones de conciliación mediante la compensación de la reducción de la jornada por cuidados, el aumento de los permisos por nacimiento o el desarrollo de programas públicos de cuidados.

Por último, la ONG también destaca la importancia del acceso a prestaciones familiares, tanto la puesta en marcha de una prestación universal a la crianza, como la mejora de acceso a prestaciones focalizadas como el Complemento de Ayuda a la Infancia.