Quién era Andriy Portnov, el exasesor ucraniano asesinado a las puertas del Colegio Americano en Pozuelo de Alarcón

Nacido en 1973, fue uno de los personajes más influyentes y polémicos del sistema jurídico y político ucraniano en las dos primeras décadas del siglo XXI

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Andriy Portnov (REUTERS/Stringer/File Photo)
Andriy Portnov (REUTERS/Stringer/File Photo)

Este miércoles se daba a conocer la noticia de que un hombre era asesinado a la entrada del Colegio Americano de Pozuelo de Alarcón, Madrid. Gracias a las pesquisas llevadas a cabo por la Policía Nacional, se sabe que el fallecido es Andriy Portnov, de 52 años, que estaba dejando a sus hijas en el mencionado centro.

Portnov fue uno de los personajes más influyentes y polémicos del sistema jurídico y político ucraniano en las dos primeras décadas del siglo XXI. Su figura representa las contradicciones del poder en un país marcado por la inestabilidad institucional, las tensiones con Rusia y las transiciones fallidas entre autoritarismo y democracia. Portnov alcanzó posiciones de gran relevancia en el aparato del Estado, fue protagonista en reformas judiciales y episodios de represión durante el Euromaidán.

Licenciado en Derecho

Nacido el 27 de octubre de 1973 en Luhansk, en el este de la entonces República Socialista Soviética de Ucrania, Portnov se licenció en Derecho por la Universidad Estatal del Este de Ucrania y rápidamente comenzó a desempeñar funciones en órganos de regulación del mercado financiero, como la Comisión Estatal de Valores. En la década de 1990 y principios de los 2000, trabajó también como asesor legal y profesor universitario. Su carrera jurídica le valió reconocimiento oficial: en 2004, fue nombrado “Abogado de Honor de Ucrania” mediante decreto presidencial.

Su entrada en política se produjo de la mano de la líder opositora Yulia Tymoshenko. En 2006, fue elegido diputado en la Rada Suprema por el Bloque Yulia Tymoshenko (BYuT) y pronto se convirtió en uno de los principales juristas del grupo parlamentario. Reelegido en 2007, fue uno de los artífices de las estrategias legales del bloque. Su cambio de lealtades llegó tras la victoria electoral de Viktor Yanukóvich en 2010.

Portnov abandonó el entorno de Tymoshenko y se integró en la Administración Presidencial del nuevo mandatario, con quien tuvo una estrecha colaboración. Fue nombrado jefe del Departamento Principal del Sistema Judicial y más tarde primer subdirector de la Administración Presidencial.

Las “leyes dictatoriales”

Durante esta etapa, Portnov participó en la elaboración y promoción de leyes controvertidas, especialmente aquellas aprobadas en enero de 2014 durante las protestas del Euromaidán, conocidas como “leyes dictatoriales”, que restringían severamente la libertad de reunión, prensa y expresión. Su papel en la represión de las movilizaciones ciudadanas le valió sanciones personales por parte de la Unión Europea y Estados Unidos, además de una imagen pública profundamente deteriorada en buena parte de la sociedad ucraniana.

Tras el derrocamiento de Yanukóvich en febrero de 2014 y su huida a Rusia, Portnov abandonó Ucrania. Se instaló primero en Moscú y luego en Viena, desde donde combatió jurídicamente las sanciones impuestas contra él. En 2015, el Tribunal General de la Unión Europea anuló la congelación de sus bienes por considerar que no existían pruebas suficientes que justificaran su inclusión en la lista negra. La decisión generó polémica, pero consolidó su reputación como jurista hábil y conocedor de los resortes legales tanto ucranianos como internacionales.

Delitos de corrupción

En Ucrania, sin embargo, las autoridades continuaron investigándolo por presuntos delitos relacionados con la corrupción y con la colaboración con Rusia. En 2018, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) abrió una causa por traición contra Portnov por su presunta implicación en la anexión de Crimea por parte de la Federación Rusa. El caso fue posteriormente archivado, pero reforzó la percepción de que su figura estaba vinculada a los intereses del Kremlin.

Pese a la controversia, Portnov regresó a Ucrania en 2019, coincidiendo con el ascenso al poder del presidente Volodímir Zelenski. Intentó reposicionarse como académico y consultor legal, e incluso fue contratado como profesor en la Universidad Nacional de Kiev-Mohyla, aunque su nombramiento fue anulado tras una fuerte protesta estudiantil. Durante estos años, también mantuvo una activa presencia en redes sociales y medios, defendiendo posturas abiertamente críticas con el gobierno y con la orientación occidental de la política ucraniana.

En algún momento posterior, Portnov se trasladó a España, donde residía con su familia en la ciudad de Madrid.