Este es el tiempo que deberías esperar para conducir después de beber

Factores como el tipo de bebida, la cantidad ingerida o si has comido antes determinan cuánto tarda el alcohol en desaparecer del cuerpo

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Un hombre bebiendo alcohol mientras
Un hombre bebiendo alcohol mientras conduce (Freepik)

La escena es habitual en muchas ciudades españolas, especialmente los fines de semana: cenas, copas y, luego, la duda. ¿Cuánto tiempo tiene que pasar hasta que se puede coger el coche sin riesgo, ni legal ni físico? Aunque el sentido común apunta a que lo más prudente es no conducir tras haber ingerido alcohol, la realidad es que muchos se basan en cálculos estimativos o en “trucos” que poco tienen que ver con la ciencia.

Según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el alcohol puede tardar en desaparecer del cuerpo entre 10 y 19 horas. Un intervalo amplio que refleja la cantidad de variables que influyen en el metabolismo del etanol. Desde el tipo de bebida ingerida —no es lo mismo un vaso de cerveza que una copa de whisky— hasta si la persona ha comido previamente, pasando por factores como el sexo, la edad o el peso corporal.

Los efectos dispares de cada tipo de bebida

Uno de los aspectos más relevantes es el tipo de bebida. No actúan igual las fermentadas que las destiladas. Por ejemplo, el vino (con una concentración de alcohol de hasta el 20%) o la cerveza (entre 3% y 8%) tienen un proceso de absorción más lento que los destilados, como el ron, el vodka o el whisky, cuya composición y grado de etanol aceleran su paso al torrente sanguíneo.

Además, las bebidas mezcladas con refrescos azucarados o carbonatados, como los combinados habituales en discotecas y bares, contribuyen a que el alcohol se absorba con mayor rapidez. La mezcla de gases y azúcar potencia el aumento de la tasa de alcoholemia en menos tiempo, lo que incrementa significativamente el riesgo de accidente incluso con niveles legales de alcohol en sangre.

Un persona tratando de coger
Un persona tratando de coger las llaves del coche tras haber ingerido alcohol (Freepik)

Factores que alteran el tiempo de eliminación del alcohol

Más allá del tipo de bebida, hay elementos personales y fisiológicos que condicionan cuánto tarda el cuerpo en eliminar el alcohol. La ingesta previa de alimentos es uno de los más decisivos: un estómago lleno puede reducir hasta un 25% la concentración de alcohol en sangre, debido a que retrasa la absorción del etanol en el intestino delgado. Por el contrario, beber con el estómago vacío acelera los efectos.

El consumo de agua también puede influir, aunque no “rebaja” el alcohol en sangre, sí contribuye a la hidratación y a una mejor eliminación por vía renal. Otros factores a tener en cuenta son el sexo (las mujeres suelen metabolizar el alcohol más lentamente), la edad (el metabolismo tiende a ralentizarse con los años), la rapidez en la que se ha bebido y la predisposición genética a metabolizar etanol.

Con todos estos elementos, resulta imposible establecer una regla única. A modo de referencia, la DGT indica que una persona con un nivel de alcoholemia de 1 gramo por litro de sangre podría tardar entre seis y diez horas en bajar del límite legal. No obstante, eso no significa que sea seguro conducir en ese intervalo: “Aún por debajo del límite legal, el riesgo de accidente puede verse ya incrementado”, advierten desde el organismo.

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Este umbral legal en España es de 0,5 g/l para conductores generales y de 0,3 g/l para conductores noveles o profesionales. Pero los expertos insisten en que la única tasa segura al volante es la nula: 0,0 g/l. Conducir después de beber, aunque sea una copa, compromete los reflejos, la percepción del entorno y la capacidad de reacción ante imprevistos.

Sin embargo, en la práctica, muchas personas recurren a estimaciones, aplicaciones móviles o mitos populares —como tomar café o darse una ducha fría— para “acelerar” el proceso de eliminación del alcohol, sin comprender que ninguna de estas soluciones tiene eficacia demostrada. El hígado necesita tiempo para metabolizar el etanol, y ese tiempo no se puede reducir de forma significativa por medios externos.