Una experta aclara si es mejor comprar una casa de segunda mano o de obra nueva

Precio, reformas, eficiencia energética y garantías legales son algunos de los factores clave que marcan la diferencia entre adquirir una vivienda usada o una recién construida

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La compra de una vivienda sigue siendo una de las decisiones económicas más relevantes en la vida de muchas personas y por ello conviene adquirir todo el conocimiento posible sobre todas las ventajas y desventajas antes de enfrentarse a esta disyuntiva. Aunque la mejor opción siempre responderá a necesidades personales de cada persona y pueda ser diferente en casa caso, existen puntos comunes que ayudan a que el comprador se decante en los debates más habituales, como puede ser la elección entre apostar por un piso de obra nueva o recurrir a una vivienda de segunda mano.

La compañía GoHipoteca, que ofrece servicios de bróker para negociar este tipo de préstamos con un banco, expone en un video publicado en su cuenta de TikTok (@gohipoteca) cuáles son los principales puntos a favor y en contra de cada una de estas modalidades.

Las ventajas de la vivienda usada

Una de las razones más evidentes por las que muchas personas se inclinan por una vivienda usada es el precio. Los pisos de segunda mano suelen ser notablemente más económicos que los de obra nueva. Según los datos que arrojan desde GoHipoteca en el vídeo, el coste puede ser hasta un 20% inferior, lo que convierte a este tipo de inmuebles en una alternativa más accesible para quienes disponen de un presupuesto más ajustado o desean priorizar el ahorro.

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Una experta aclara si es mejor compra una casa de segunda mano o de obra nueva

Además, la creadora de la publicación asegura que los pisos de segunda mano ofrecen una mayor capacidad de negociación que los de obra nueva. El comprador puede plantear una rebaja si el inmueble requiere reformas o si existen desperfectos que afecten a su estado general, así como en el caso de que lleve mucho tiempo a la venta sin encontrar un comprador. Este punto es clave en un mercado donde los precios pueden variar en función de múltiples factores, incluyendo la urgencia del propietario por cerrar la operación.

Puntos a favor de la vivienda nueva

Por otro lado, las casas recién construidas también presentan argumentos sólidos para elegirlas, como el hecho de que normalmente no es necesario realizar ninguna reforma para entrar a vivir en ellas. Al estrenar inmueble, elementos como la instalación eléctrica, la fontanería, los suelos, las ventanas o la carpintería son nuevos, reduciendo la posibilidad de tener que asumir costes imprevistos tras la compra. Esta característica se traduce en una mayor tranquilidad para el comprador y una mayor facilidad para la planificación económica a medio plazo, una adquisición “sin derramas y sin sorpresas”, como explica el video.

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Otro aspecto relevante al comprar una casa es el de la eficiencia energética, clave tanto para asegurar la sostenibilidad ambiental como el ahorro económico en los años futuros. La normativa actual obliga a los edificios de nueva construcción a cumplir estándares más exigentes en términos de aislamiento térmico, eficiencia energética y sostenibilidad que las edificadas en décadas pasadas, por lo que un piso nuevo tendrá consumos energéticos más bajos. Así, se puede reducir la factura de electricidad o calefacción.

Además, al tratarse de una construcción reciente, cuenta con garantías legales que ahora son obligatorias frente a defectos estructurales o fallos de obra, algo que en el mercado de segunda mano solo se puede paliar parcialmente mediante inspecciones técnicas o seguros adicionales.