Una criminóloga explica por qué no hay que subir fotos de niños a redes sociales: “Hay grupos que difunden contenido de menores que consiguen a través de los padres”

María Aperador explica que existen canales de Telegram que se nutren de las imágenes y videos que las familias suben de forma inocente

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Un niño que usa TikTok.
Un niño que usa TikTok. (Dpa)

Las familias cada vez están más concienciadas con los riesgos que entabla que los pequeños de la casa utilicen los teléfonos y las redes sociales, donde están expuestos a todo tipo de contenidos sin filtro. Desde la pornografía hasta la obsesión por la belleza, la violencia o los discursos extremistas, hay un sin fin de videos que pueden influir en el bienestar y el crecimiento adecuado de los menores. De hecho, el Gobierno ya trabaja para tratar de reducir el consumo que hacen de las pantallas. Sin embargo, hay una parte de la esfera tecnológica que queda siempre olvidada y que concierne a los padres. Se trata del daño que pueden hacerles a sus propios hijos al compartir imágenes o videos, que, por mucho que pongan cortapisas, puedan acabar en otros lugares de internet que no esperaban.

La criminóloga María Aperador, que comparte a través de su cuenta de TikTok (@mariaperadorcriminologia) consejos de ciberseguridad, se muestra tajante ante esta realidad tan extendida y pide que no se comparta nada que tenga que ver con los niños por los riesgos que entabla. “El Telegram es una plataforma en la que hay muchísimos grupos de hombres que difunden imágenes, que pasan contenido de menores y ese contenido lo consiguen a través de los perfiles que de los padres que suben la típica foto en la piscina”, advierte.

El Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes ha propuesto a las comunidades autónomas que en Educación Primaria y Secundaria no se utilice el teléfono móvil en horario lectivo. (Fuente: Ministerio de Educación)

Pixelar los ojos no sirve

En uno de sus últimos videos, explica, ante la pregunta de muchos usuarios sobre si pixelar su rostro ayuda a que el contenido no acabe en canales como los que describe, que es inútil. “Taparle los ojos a los menores ayuda, pero con los programas de inteligencia artificial solamente necesitan el cuerpo para poder crear esas imágenes de las que hablo y después difundirlas en los canales de Telegram. Así que puede ser un parche, pero no es una solución”, señala.

“También me habéis preguntado que qué pasa si la cuenta donde se suben esas fotos es privada”, continúa, y lanza una advertencia: “Aquí lo único que os debo decir es que tengáis mucho cuidado a quien agregáis a esa cuenta, porque por muy privada que la tengáis, si luego aceptáis a personas que no conocéis, pues es lo mismo que tenerla pública. Además, recordad que la huella digital nunca se borra y que una foto que hayamos subido va a quedar ahí para siempre, así que no creo que sea necesario tampoco”.

Los usuarios también le preguntan si es menos arriesgado enviar fotos de una sola reproducción a través de WhatsApp, ya que en este tipo de fotos, la persona que la recibe no puede hacer una captura de pantalla, “pero no te quita que no pueda coger otro dispositivo y tirarle una foto”, indica.

El Gobierno recomienda no compartir imágenes

El pasado verano, el Ministerio de Juventud e Infancia lanzaba una serie de recomendaciones a seguir de cara a la época estiva. Entre ellas se incluían evitar publicar fotos y datos personales de los menores en redes sociales. “Cuidado con el #Sharenting. Evita publicar fotos y datos personales de los niños en redes sociales”, aconsejaba el departamento que dirige Sira Rego El ‘sharenting’ es un anglicismo que proviene de ‘share’ (compartir) y ‘parenting’ (paternidad) y consiste en publicar imágenes e información sobre los hijos en redes sociales.