¿Los franceses no quieren trabajar? Un empresario propone introducir un impuesto a la IA y bajar las cotizaciones de los asalariados

El objetivo es preservar el sistema de cotización de la Seguridad Social y aumentar el salario neto de los trabajadores

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Un empresario propone introducir un
Un empresario propone introducir un impuesto a la IA y bajar las cotizaciones de los asalariados. (Montaje Infobae)

La automatización y la inteligencia artificial son herramientas que, aunque muy nuevas, han conseguido colarse en prácticamente todas las empresas y puestos de trabajo, arrasando con las dinámicas laborales que conocíamos hasta ahora. En Francia, por ejemplo, el presidente del Comité Estratégico de los centros E. Leclerc, Michel-Édouard Leclerc, ha propuesto una innovadora medida: introducir un impuesto a los robots y las aplicaciones digitales que sustituyen al trabajo humano.

Así, Leclerc plantea que estas tecnologías emergentes contribuyan a la financiación de la Seguridad Social, con el objetivo de preservar el sistema de cotización de la Seguridad Social y aumentar el salario neto de los trabajadores.

“La piscina que financia nuestro sistema social se está reduciendo”

Durante una entrevista con el medio francés BFM TV, Leclerc ha explicado que el actual modelo de financiación social en Francia depende de las cotizaciones de empresarios y trabajadores, las cuales se generan a partir de los empleos creados por las empresas. Sin embargo, ha señalado que la creciente incorporación de la inteligencia artificial, la automatización y los servicios digitales no aportan al sistema. “Traemos robots o desarrollamos tecnología digital, y eso no contribuye”, ha aclarado, añadiendo que “la piscina que financia nuestro sistema social se está reduciendo”.

Por esto, Leclerc ha propuesto una “transferencia” de las cotizaciones sociales hacia las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial y la robótica, para garantizar la sostenibilidad del modelo social. Según él, esta medida permitiría mantener el sistema de protección social, al tiempo que se aliviaría la carga fiscal sobre los trabajadores y empresarios. Además, ha sugerido que aplicaciones como ChatGPT o Mistral, que están reemplazando a profesionales como abogados, juristas y periodistas, podrían asumir una parte de las cotizaciones a la Seguridad Social.

El empresario también ha destacado que esta reforma podría tener un impacto positivo en los salarios netos de los trabajadores. Para Leclerc, si las tecnologías emergentes contribuyeran al sistema social, los salarios netos en las empresas donde se realiza trabajo humano podrían acercarse a los salarios brutos, mejorando así la remuneración de los empleados.

La inteligencia artificial se cobra 8.000 empleos: la empresa alemana SAP recortará su plantilla en todo el mundo pese a ganar un 167% más.

El problema no está en la falta de voluntad de los franceses a trabajar, sino en las condiciones laborales

En el contexto de un debate más amplio sobre la fiscalidad en Francia, Leclerc ha rechazado la idea de aumentar las cotizaciones sociales que recaen sobre los trabajadores y las empresas. Esta medida, según él, podría perjudicar a la economía, y cree que es mejor explorar nuevas formas de fiscalidad adaptadas a las tecnologías digitales y la automatización. “Hay que buscar otros recursos para mantener nuestro sistema social, que es un buen sistema”, ha afirmado.

Esta propuesta se menciona en un momento en el que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha señalado la necesidad de incentivar a los ciudadanos a regresar al mercado laboral. En respuesta a los comentarios de Macron sobre los “aprovechados del sistema”, Leclerc ha subrayado que el problema no radica únicamente en la falta de voluntad de los franceses a trabajar, sino en las condiciones que hacen que el trabajo no sea rentable en comparación con otras alternativas.

Por su parte, aunque algunos han especulado sobre posibles ambiciones políticas de Leclerc, el empresario ha negado tener aspiraciones presidenciales. Sin embargo, ha dejado la puerta abierta a la posibilidad de involucrarse en política en el futuro, y ha afirmado que, si lo hiciera, sería “para hacer cosas” y no para desempeñar un papel secundario.