El mensaje en una botella que han encontrado 119 años después: “Parecía una escena de Indiana Jones”

Sucedió en medio de la restauración del King’s Theatre de Edimburgo cuando Mike Hume, historiador teatral y fotógrafo, reparó en un hueco sospechoso detrás de una corona decorativa de yeso

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Dos restaurades encuentran una cápsula
Dos restaurades encuentran una cápsula del tiempo en el Teatro Real de Edimburgo (Facebook de Capital Theatres)

En medio de una restauración valorada en 51 millones de dólares, el King’s Theatre de Edimburgo se convirtió en escenario de un hallazgo con casi 120 años de antigüedad. Durante una visita privada organizada para uno de los donantes del proyecto, Mike Hume, historiador teatral y fotógrafo, reparó en un hueco sospechoso detrás de una corona decorativa de yeso, justo sobre el arco del proscenio. A doce metros del suelo, introdujo la mano y encontró una botella de vidrio, sellada y empotrada con yeso. “Realmente parecía una escena de Indiana Jones”, declaró después al medio británico BBC.

Según informan desde ese mismo medio, la botella contenía un mensaje escrito en octubre de 1906, apenas dos meses antes de la inauguración oficial del teatro. En su interior, una hoja de papel extremadamente delicada, conservada herméticamente durante casi 120 años. Hume, consciente de la fragilidad del hallazgo, no la abrió en el momento, pero logró distinguir parte del contenido haciendo una foto con su teléfono móvil. En la imagen se leía el nombre de William Stewart Cruikshank, contratista principal de la obra.

Dos restaurades encuentran una cápsula
Dos restaurades encuentran una cápsula del tiempo en el Teatro Real de Edimburgo (Facebook de Capital Theatres)

El contenido de la botella

El objeto fue enviado al Scottish Conservation Studio, donde la vidriera Laura Clair logró abrir la botella tres meses después, sin dañarla. En su interior, una lista de nombres: arquitectos, delineantes, yeseros y otros trabajadores implicados en la construcción del edificio. Entre ellos, John Daniel Swanston y James Davidson, arquitectos de Kirkcaldy; John Tulloch, desde Londres; John Alexander Cameron, delineante; George King y George King Jr., capataces yeseros; y los obreros John Hutchinson, Andrew S. Law y William Hunter.

Según explicó Abby Pendlebury, gerente de participación patrimonial en Capital Theatres, el valor de este mensaje va más allá de su antigüedad. “Hay orgullo y sentido de pertenencia en esta nota”, afirmó. En lugar de limitarse a los nombres más conocidos, el documento incluye a quienes raramente aparecen en los registros históricos: los trabajadores que moldearon físicamente el teatro.

En paralelo, la familia de John D. Swanston ha donado al archivo del teatro una serie de objetos personales relacionados con su trabajo. Entre ellos, herramientas originales, un catálogo de moldes de yeso usados en la obra y una fotografía de Swanston en uniforme durante la Primera Guerra Mundial. Estos artículos, junto al mensaje recuperado, formarán parte de una exhibición especial que se inaugurará cuando el teatro reabra sus puertas en la primavera de 2026.

Dos restaurades encuentran una cápsula
Dos restaurades encuentran una cápsula del tiempo en el Teatro Real de Edimburgo (Facebook de Capital Theatres)

El King’s Theatre, inaugurado en 1906, ha sido uno de los epicentros culturales de Edimburgo durante más de un siglo. Ha acogido producciones teatrales, musicales, eventos comunitarios y festivales. El mensaje en la botella, oculto durante generaciones tras una decoración que todo el mundo ha visto pero nadie había tocado, añade una nueva dimensión a su historia: la de los trabajadores que decidieron dejar su rastro, silencioso pero intencionado, en los muros que construyeron.

Las cápsulas del tiempo

Este tipo de “cápsulas del tiempo” no es nuevo, pero sigue siendo igual de fascinante. En septiembre de 2024, durante una excavación en el yacimiento galo de Camp de César, un grupo liderado por el arqueólogo Guillaume Blondel encontró un frasco sellado con un mensaje fechado en 1825, escrito por Pierre-Jacques Féret, pionero de la arqueología local. Blondel lo describió como “un encuentro mágico entre los investigadores de hoy y los de hace dos siglos”.

La costumbre de esconder mensajes u objetos en los cimientos de edificios tiene raíces religiosas, en particular dentro del ritual católico. El Ceremonial de los Obispos recomendaba depositar documentos al colocar la primera piedra de una iglesia. Con el tiempo, la práctica se trasladó a edificios civiles, especialmente en el siglo XIX, cuando la idea de hablarle al futuro encontró terreno fértil entre obreros, arquitectos y ciudadanos comunes.

El hallazgo en Edimburgo confirma esa voluntad de dejar constancia. Según Hume, “es asombroso pensar que esta cápsula del tiempo ha estado oculta a plena vista durante casi 120 años”. Un teatro es, por definición, un espacio donde se representan historias. Esta vez, sin embargo, la historia vino escrita desde dentro de sus propias paredes.