Un ecologista se deja devorar por una anaconda en directo para salvar el Amazonas: “¡Mi cara, necesito ayuda!”

El reto ha sido criticado por varias organizaciones en defensa de los animales

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Paul Rosolie se deja comer
Paul Rosolie se deja comer por una anaconda, pero la serpiente no quiere. (Imagen: X)

Paul Rosolie un ecologista y conservacionista estadounidense, protagonizó una de las escenas más extremas registradas en televisión para denunciar la destrucción y la tala de árboles en el Amazonas.

Durante la grabación de un documental, Eaten alive (Comido vivo en español), Rosolie se dejó envolver por una anaconda verde de más de siete metros con el objetivo de que lo devorara parcialmente. No obstante, el reto terminó antes de lo previsto cuando, entre gritos, el ecologista pidió que lo rescataran: “Esperen, empiezo a sentir que me está comiendo. Chicos, ¡mi cara, necesito ayuda!”

De espectáculo a misión ambiental

El documental fue emitido en Discovery y visto por millones de personas. El objetivo, como hemos mencionado anteriormente, era la sensibilización de la actividad humana sobre uno de los pulmones del planeta y la pérdida de hábitat de numerosas especies como la anaconda verde, uno de los animales más grande del mundo.

El reto se tuvo que
El reto se tuvo que parar en pleno directo. (Imagen: X)

Para el experimento, Rosolie diseñó un traje especial de fibra de carbono que lo protegiera de los dientes afilados y los potentes jugos gástricos, reforzado con oxígeno integrado para que pudiera respirar y sujetado de un arnés que le permitiera tirar de él en caso de emergencia. Además, el traje incluía un sistema de cámaras, micrófonos y sensores y fue impregnado con sangre de cerdo para atraer a la serpiente.

Rosolie se tumbó en el barro y esperó a que la serpiente se acercará con intenciones de comérselo. La cámara instalada en su casco pudo grabar un primer plano de las mandíbulas abriéndose para iniciar el ritual de alimentación.

La anaconda envolvió con fuerza el cuerpo del ecologista. “Toda su fuerza se concentró en mi brazo hasta que comencé a sentir que mi mano no recibía riego sanguíneo”, explicó Rosolie. Fue entonces cuando decidió detener la grabación. “Ella no intentó comerme, me quería asfixiar”, dijo posteriormente.

El ecologista Paul Rosolie siendo devorado por una anaconda en directo

Críticas, reacciones y consecuencias

El proyecto fue duramente criticado por organizaciones defensoras de los derechos de los animales, que lo calificaron como un “acto de crueldad”. Es más, algunas asociaciones cuestionaron el sufrimiento innecesario al que pudo haberse expuesto a la serpiente.

Sin embargo, tanto Rosolie como los productores del programa aseguraron que la anaconda no salió herida. “Queríamos recaudar fondos para su conservación y generar conciencia sobre la selva amazónica”, afirmaron.

A pesar de las promesas iniciales de que las cámaras capturarían imágenes desde el interior del animal, el episodio solo mostró a la serpiente enroscando a Rosolie, lo que generó decepción a una parte de la audiencia. En redes sociales, algunos telespectadores ironizaron con el desenlace. No obstante, el ecologista defendió la acción: “No se trataba de un truco, sino de despertar conciencia”.

El proyecto ha recibido críticas
El proyecto ha recibido críticas de varias organizaciones animalistas y burlas por una parte de la audiencia. (Imagen: X)

Compromiso ecológico

Más allá de impacto mediático, Rosolie continúa trabajando en la protección de la Amazonia a través de su fundación, Junglekeepers, centrada en preservar hábitats en peligro en la región de Madre de Dios, en el sureste del Perú.

Su labor ha logrado recaudar casi cinco millones de dólares. “Esta es la primera línea de protección de la Amazonia. Cada momento cuenta. Cada donación ayuda”, insiste en sus redes sociales.