Qué significa tener muchas plantas en casa, según la psicología

El interés por decorar los espacios interiores ha experimentado un auge notable en los últimos años

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Un gato reposa junto a
Un gato reposa junto a una planta. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El interés por decorar los espacios interiores con abundantes plantas ha experimentado un auge notable en los últimos años. La diversidad de plantas disponibles, desde helechos exuberantes hasta cactus minimalistas, ofrece opciones adaptables a todos los estilos decorativos y necesidades personales. Este aspecto contribuye a la accesibilidad del fenómeno, permitiendo que cualquier persona, independientemente de su nivel de experiencia en jardinería, pueda comenzar su aventura en el mundo de las plantas.

Pero la tendencia actual no solo se enfoca en la estética visual, que transforma los hogares en espacios acogedores y llenos de vida, sino también en la conexión emocional y psicológica que estas prácticas decorativas fomentan. Las plantas en casa representan, según la psicología, una expresión emocional y una conexión simbólica con la naturaleza. Los estudios de los investigadores afirman que este fenómeno es una manera de expresar sentimientos y crear un refugio simbólico lleno de vida. La conexión emocional se ve en el deseo de cuidar, nutrir y tener algo que florezca bajo nuestro cuidado, lo cual ofrece consuelo y una sensación de propósito.

Beneficios psicológicos y fisiológicos de tener plantas

Rodearse de plantas trae consigo múltiples beneficios para la salud mental y el bienestar emocional. Está demostrado que la interacción con las plantas reduce los niveles de cortisol, también conocido como la hormona del estrés, y potencia una sensación de bienestar general. Marjolein Elings, investigadora de la Universidad de Wageningen, argumenta en un estudio que las plantas pueden actuar como estabilizadores del estado de ánimo, promoviendo entornos más saludables tanto en el hogar como en el espacio de trabajo. La reducción de la ansiedad y el fomento de una atmósfera de tranquilidad son algunos de los efectos positivos que se asocian con el contacto diario con las plantas.

La psicología también sugiere que las personas que llenan su hogar de plantas exhiben ciertos rasgos de personalidad. Estas personas suelen ser más empáticas, pacientes, y muestran una sensibilidad especial hacia su entorno. Disfrutan del proceso de cuidado lento que exige la jardinería, y tienden a buscar conexiones significativas, incluso con formas de vida que no responden de inmediato a sus acciones. Además, se asocia al deseo de orden, armonía y belleza en su entorno, lo que es reflejo de una personalidad estructurada y orientada a crear espacios seguros y acogedores.

Este enclave se alza como un paraíso natural donde poder desconectar y relajarse en mitad de la Comunidad Valenciana

Desde la psicología, la jardinería es reconocida como terapia debido a sus múltiples beneficios para la salud mental. La práctica de cuidar plantas constituye una rutina que promueve el mindfulness, o atención plena, al centrar la mente en el presente y reducir el estrés diario. Marjolein Elings destaca que el proceso de plantar, ver crecer y florecer a las plantas proporciona una sensación de logro y un propósito, lo cual es especialmente terapéutico para aquellos que han experimentado situaciones de trauma o pérdida.

En este contexto, la jardinería se convierte no solo en un hobby visualmente gratificante, sino también en una práctica que nutre tanto la mente como el espíritu, ofreciendo un camino hacia un bienestar emocional más completo y armonioso.