Los 5 puntos que debes tener en cuenta antes de elegir una hipoteca

La elección de la compra de una casa requiere un análisis detallado de múltiples factores, desde el tipo de interés hasta los costes asociados y los productos adicionales

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FOTO DE ARCHIVO. Unos jóvenes
FOTO DE ARCHIVO. Unos jóvenes pasan por delante de una inmobiliaria en Gernika-Lumo, País Vasco, España. 18 de enero de 2022. REUTERS/Vincent West

Seleccionar una hipoteca adecuada, para comprar una vivienda con el objetivo de pasar allí los próximos años, es una de las decisiones financieras- y personales- más trascendentales que una persona puede tomar.

Esto es, básicamente, porque implica comprometerse con un préstamo a largo plazo que puede extenderse por décadas.

En ese sentido, es muy importante tomar decisiones sopesadas, con información útil y segura para que no haya luego sorpresas desagradables.

Por ello, existen varios factores clave que deben analizarse antes de firmar un contrato hipotecario, desde el tipo de interés hasta los productos adicionales que pueden influir en el coste final del préstamo.

¿Cuáles son, entonces, los elementos que siempre se deberían de tener en cuenta cuando se elije una hipoteca?

El tipo de hipoteca y los plazos: dos aspectos clave

Uno de los primeros pasos es decidir entre una hipoteca fija o una hipoteca variable. En el caso de la hipoteca fija, el interés permanece constante durante toda la vida del préstamo, lo que garantiza cuotas mensuales estables y facilita la planificación financiera.

Por otro lado, la hipoteca variable combina un índice de referencia, como el euríbor a 12 meses, con un diferencial fijo establecido por el banco. Este tipo de interés puede fluctuar mensualmente, lo que significa que las cuotas pueden aumentar o disminuir dependiendo de las variaciones del índice de referencia.

Otro aspecto fundamental es determinar el plazo de devolución del préstamo. Un periodo más largo reduce las cuotas mensuales, pero incrementa el total de intereses a pagar.

Por el contrario, un plazo más corto implica cuotas más altas, pero un menor coste total del préstamo. Este balance, así pues, debe ajustarse a las circunstancias financieras de cada persona, considerando ingresos, gastos y capacidad de ahorro.

REUTERS/Susana Vera
REUTERS/Susana Vera

Los porcentajes del banco, las comisiones y los productos adicionales son elementos que no hay que olvidar

El porcentaje máximo que el banco está dispuesto a financiar también es un factor crucial que siempre hay que tener en cuenta.

Generalmente, las entidades bancarias no suelen conceder más del 80% del valor de tasación o compraventa de la vivienda. Por ejemplo, si el inmueble tiene un precio de 180.000 euros, lo habitual es que el banco financie hasta 144.000 euros. Sin embargo, algunas ofertas pueden variar este porcentaje, por lo que es esencial evaluar si las condiciones se ajustan a las necesidades económicas del solicitante.

Además de los intereses y el importe financiado, es importante analizar las comisiones asociadas al préstamo hipotecario. Entre las más comunes se encuentran las comisiones de apertura, amortización anticipada (ya sea total o parcial) y novación.

La Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario, vigente desde el 16 de junio de 2019, establece límites a estas comisiones y facilita el cambio de hipotecas de tipo variable a tipo fijo, lo que puede ser una ventaja para quienes buscan mayor estabilidad en sus pagos.

El último elemento clave a considerar son los productos adicionales, que los bancos pueden requerir para ofrecer mejores condiciones en la hipoteca.

Entre estos productos se incluyen seguros de vida, seguros del hogar, cuentas corrientes o planes de pensiones. Y aunque estas ofertas pueden reducir el interés aplicado, es necesario calcular si el coste de estos productos compensa el ahorro en el préstamo.