Así ha sido la actuación de España en Eurovisión 2025: Melody clausura la era ‘Esa diva’ con una exhibición de talento en la gran final

La representante española ha vuelto a ofrecer un pase impecable en el que ha dejado claras sus tablas sobre el escenario, su carisma y su portento vocal

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Valiente, poderosa y magnética. Melody ha culminado este sábado 17 de mayo su camino eurovisivo con una actuación en la que han vuelto a quedar claras sus tablas sobre el escenario. La representante de España ha interpretado por última vez Esa diva en el estadio St. Jakobshalle de Basilea y, como ya hiciera en la primera semifinal del martes y en el jury show del viernes, ha ofrecido un pase impecable en el que su magnetismo, su portento vocal y su inigualable carisma han hecho vibrar al público.

La actuación de Melody en la gran final de la 69ª edición de Eurovisión supone la culminación de un excelente trabajo por parte de la propia artista, de todo su equipo y de la delegación española. Y es que la irrupción del Benidorm Fest ha supuesto un cambio evidente en el planteamiento de las candidaturas y, un año más, RTVE ha llegado a Basilea con los deberes hechos y una propuesta cerrada en la que el concepto estaba claro.

Si bien el concepto que llegó a Basilea es muy distinto del que venció en la preselección el pasado febrero, lo cierto es que los cambios musicales y escénicos han hecho crecer Esa diva para convertirla en una propuesta muy solvente, aunque compite con el hándicap de que musicalmente se encuentra entre las canciones menos competitivas de la edición.

Melody, en la final de
Melody, en la final de Eurovisión 2025. (REUTERS/Denis Balibouse)

La actuación de Melody en la final

En torno a las 21:40 horas, tras la actuación de Lituania, Melody ha pisado de nuevo el escenario de Basilea para tratar de conquistar a los espectadores europeos con Esa diva. El fervor del público en el recinto ha vuelto a envolver la propuesta española, con vítores y aplausos ante los que la de Dos Hermanas se ha crecido.

El espectáculo de Melody se estructura en tres actos bien definidos, comenzando con un impacto visual notable. En el primer acto, aparece en un primer plano envuelta en penumbra, portando su emblemático sombrero cordobés y una majestuosa bata de cola negra, emulando su icónica actuación en Benidorm. La solemnidad de esta parte se rompe con el primer puente de la canción, en el que los bailarines emergen de la cola del vestido con un plano que no pudo verse en el jury show del viernes, pero que se ha recuperado para la final.

Con el inicio del segundo acto, marcado por el primer estribillo, Melody emerge de un inmenso telón rojo, dejando atrás la oscuridad. Aquí, su vestimenta cambia drásticamente a un body plateado adornado con más de 15.000 cristales. En esta parte, la artista se encamina hacia el colofón de su actuación con unos coros muy bien integrados en la propuesta escénica.

El clímax del espectáculo llega con el tercer acto, donde Melody se entrega por completo en un vistoso dancebreak, subiendo a una plataforma para llevar a cabo el agudo sostenido antes de lanzar el micrófono y concluir con una audaz pirueta.

Con esta actuación, Melody alcanza el final de su camino eurovisivo y clausura la era de Esa diva, un tema que la ha llevado a cumplir su sueño de representar a España en el certamen europeo. Tras unos intensos meses de trabajo, la artista volverá de Basilea con la satisfacción del trabajo bien hecho, aunque está por ver si su propuesta convence a Europa y se cuela entre los favoritos de la edición.