Un adolescente de 17 años gana 4.000 euros al mes vendiendo ropa en Vinted: “No lo hago por dinero”

Un joven francés que emprendió su propio negocio con tan solo 13 años cuenta como la reventa de ropa por internet le ha permitido ser económicamente independiente

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Una mujer publica una prenda
Una mujer publica una prenda en Vinted. (Freepik)

La plataforma de venta de ropa de segunda mano Vinted ha ganado popularidad en toda Europa no solo como aplicación para ganar un dinero extra deshaciéndose de las prendas que ya no se usen, sino también como una forma de emprender y crear un nuevo negocio. Así, personas de todo tipo logran un sueldo cada mes revendiendo su ropa a otros usuarios.

Es el caso de Virgil Dutilleul, un adolescente francés que, con tan solo 17 años, cobra hasta 4.000 euros al mes por su actividad en esta plataforma. El también creador de contenido cuenta con 268.000 seguidores en su cuenta de TikTok, donde habla de moda y acumula ya más de 7,8 millones de visualizaciones. Sus perfiles de YouTube y Vinted amasan un total de 125.000 y 28.249 seguidores, respectivamente.

El joven, que actualmente reside en Pérols, un municipio costero del sureste de Francia, muy cercano a Montpellier, asegura que su objetivo no es hacerse rico con este negocio. “No lo hago por el dinero”, afirma Dutilleul, que no depende económicamente de sus padres tras cuatro años dedicados a la venta de ropa. “Lo hago porque siempre me ha gustado apañármelas solo, sin tener que pedirle dinero a mis padres”, insiste.

Emprendedor desde los 13 años

Dutilleul comenzó en Vinted con tan solo 13 años, cuando empezó a buscar ropa en mercadillos con “un pequeño presupuesto” para venderla después en la plataforma. “Me vestía bastante bien para mi edad, así que sabía identificar marcas y tendencias”, explica el joven al diario francés Midi Libre.

El emprendedor vio como el número de seguidores comenzaba a subir y decidió apostar por su negocio. Medio año después de comenzar con las ventas, Dutilleul realizó su primer pedido a un vendedor mayorista. “Recibí 50 kilos de vaqueros. Los vendí todos. Invertí 1.000 euros y gané el doble”, asegura, aunque poco después se especializó en la compraventa de zapatillas.

En este punto, el negocio acaparaba ya unas cuatro horas al día para el joven. “Me levantaba a las 9:00 horas y me iba a la apertura de las tiendas para conseguir ediciones limitadas”, señala. El esfuerzo también tuvo su recompensa y su perfil de Vinted ganó 200.000 seguidores en apenas tres meses, pero se volvió imposible de compaginar con sus estudios.

Dutilleul continuó estudiando a distancia hasta que a los 15 años se inscribió en un CFA, el equivalente francés a un centro de Formación Profesional, pero las bajas retribuciones salariales en comparación con su negocio de Vinted, donde ya había llegado a anotar 4.000 euros en un mes, desmotivaron al joven de sus estudios.

diseño, comprar, vender, seleccionar (Imagen
diseño, comprar, vender, seleccionar (Imagen Ilustrativa Infobae)

Tras abandonar el CFA y volver a las clases a distancia, Dutilleul comenzó a faltar de forma habitual a clases hasta acumular 250 horas de ausencias. En este momento, se vio forzado a dejar el instituto. Su madre, que le apoyó en todo este proceso, asegura que “nunca perdió la confianza en él” y que siempre fue “un niño muy autónomo”.

Negocios con valores

Más allá de los comentarios positivos, el adolescente también ha recibido críticas por dedicar una parte tan grande de su juventud a un negocio como Vinted, pero él se mantiene positivo sobre el impacto en su vida de su trabajo. “Estoy adelantándome a mucha gente que luego lo pasará mal a los 18 o 22 años", asegura. “Aun así, consigo ver a mis amigos. Cuando no trabajo, salgo. Y cuando estoy con ellos, vivo como cualquier chico de 17 años”.

Dutilleul ha puesto en valor también el aspecto ecológico de Vinted y señala la importancia de mantener algunos principios morales a la hora de emprender. El joven tiene una marca de ropa propia llamada Menose en la que asegura que se produce sin explotación y usa “embalajes 100% reciclables”. “Me gusta que este negocio no vaya en contra de los valores de la gente. Es beneficioso para todos”, concluye.