La estafa que utiliza Waze para cobrar hasta 3.500 euros a los conductores, y ya han caído muchos: “La grúa llegó solo en 5 minutos”

Una práctica engañosa y alarmante ha comenzado a ganar terreno en las carreteras, aprovechándose de la tecnología de navegación GPS popularmente utilizada por los conductores. Aplicaciones como Waze, por mencionar una de las más conocidas y además extraordinarias por su capacidad de informar en tiempo real sobre condiciones del tráfico, han sido inusitadamente transformadas en herramientas para estafadores que acechan a vehículos parados por fallos mecánicos.

El modus operandi de estos estafadores es tan simple como efectivo: monitorean continuamente las mencionadas aplicaciones GPS para identificar accidentes o coches detenidos en las carreteras, acercándose inmediatamente bajo la apariencia de ser remolcadores autorizados que han sido enviados para ofrecer auxilio.

Esta estafa no solo es sutil, sino que explota eficazmente la vulnerabilidad de un conductor en apuros, normalmente en mitad de una vía con elevado nivel de tráfico y ansioso por ser asistido. Como mencionan informes recientes, cuando un vehículo se avería en plena autopista, lo habitual es que el conductor, tras contactar a su compañía de seguros, espere la llegada de un servicio de remolque autorizado.

Sin embargo, los estafadores fabrican la ilusión de un rescate rápido, apareciendo en escena mucho antes de lo esperado. Con la rapidez como aliada, estos individuos pretenden ser la asistencia requerida, solo para luego presentar facturas abrumadoramente altas por el servicio, que en muchos casos sobrepasan por mucho el coste habitual.

Se trata de una práctica en aumento especialmente en nuestra vecina Francia. El diario Sud Ouest detalla casos concretos donde las personas afectadas enfrentaron cobros de hasta 3.500 euros, con cargos inflados y no justificados por servicios adicionales o inexistentes. Las víctimas, atrapadas en una situación inesperada y posiblemente urgente, rara vez tienen la oportunidad de pararse a verificar la legitimidad de estos supuestos rescatistas, lo que se traduce en un severo perjuicio económico.

Ante el auge de estas prácticas fraudulentas, las autoridades francesas han emitido advertencias llamando a la precaución y han actuado en regiones como Val-d’Oise y Val-de-Marne, donde se han emitido ordenanzas para controlar y sancionar estas actividades de remolque ilegítimas. El testimonio de un automovilista engañado en Île-de-France recalca la eficacia de estos farsantes: “Una grúa llegó en tan solo cinco minutos cuando me habían indicado que tomaría 30”.

Dado que los servicios reales de remolque suelen demorar más tiempo para llegar, los conductores han sido instados a mantener un sólido escepticismo ante cualquier ayuda que llegue inusitadamente rápido.

La recomendación se centra en validar la identificación del remolque antes de permitir cualquier clase de intervención, así como en contactar a la aseguradora para confirmar la legitimidad de la asistencia en camino. La precaución también debe ser extrema en períodos de alta transitabilidad, como son los vacacionales, donde los estafadores tienden a encontrar más víctimas potenciales.

Para aquellos desafortunados que ya han caído en la trampa, se sugieren varios pasos como recurso, comenzando por notificar de inmediato a la aseguradora. Algunas pólizas pueden proporcionar asistencia legal o iniciar procesos de restitución de las tarifas exorbitantes cobradas. También es recomendable presentar una denuncia formal en comisarías o a través de plataformas online.

Esta estafa mancha el nombre de herramientas que ayudan a diario a millones de conductores en sus desplazamientos, sirviéndose de sus avanzadas capacidades para delinquir.