Una hija ataca a su madre con un cuchillo porque se negó a cuidar de un pato en su casa: “Estaba demasiado borracha”

Una llamada alertó a los agentes, que se desplazaron hacia la vivienda de ambas rápidamente. Allí, la progenitora denunció haber sido agredida durante una acalorada disputa

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Ataca a su madre con
Ataca a su madre con un cuchillo por no cuidar a su pato. (Canva)

El pasado mes de febrero, un hecho insólito en la ciudad de Calais, en Francia, requirió la intervención de varios agentes de la policía local. El suceso, relacionado con un caso de violencia doméstica, involucró a una madre y su hija de 46 años, residentes en la misma vivienda. Sobre las 21:30 horas una llamada alertó a los agentes, que se desplazaron hacia la casa de ambas rápidamente. Allí, la madre denunció haber sido agredida durante una acalorada disputa.

Lo que hizo peculiar este incidente, que llamó la atención de los agentes, fue la presencia de un pato silvestre en el hogar, que había traído su hija poco tiempo antes de la discusión. Se desconoce la procedencia de este, pero la actitud por cuidarlo era intensa. La negativa de la progenitora a permitir que el animal permaneciera en su casa desató violento encuentro entre ambas. Según el medio francés Nord Littoral, la hija, visiblemente ebria, reaccionó de manera agresiva ante el rechazo de su madre por esta nueva mascota, lo que llevó a un ataque físico.

Amenazada con un cuchillo

Todo comenzó con gritos. Sin embargo, fue a más. Durante el altercado, en el que la hija comenzó a violentar a su madre, esta logró refugiarse en el baño de manera rápida, pero la menor de ambas no cesó en su ataque. La agresora rompió la puerta del aseo y, con un cuchillo en mano, amenazó a su progenitora. Afortunadamente, la víctima pudo esquivar los golpes y, en un acto de agilidad tras forcejear, logró recuperar el control de la situación, expulsando a su hija de la estancia. En ese momento pudo dar gracias de que el arma no le había provocado ninguna herida.

La policía, al llegar al lugar de los hechos, arrestó a la hija debido a su comportamiento violento y amenazante con arma blanca, aunque se desconocen las dimensiones de esta. En cambio, la situación no mejoró en la comisaría. La detenida continuó mostrando una actitud desafiante, resistiéndose a las autoridades e incluso dañando la celda donde fue recluida, arrancando las molduras de la misma. Nada podía frenarla y los síntomas del alcohol aumentaron su rabia interna.

La celda de una comisaría.
La celda de una comisaría. (Canva)

Cárcel por el violento altercado

Tras pasar la noche en el calabozo, la detenida tuvo que enfrentarse a un juicio para relatar lo ocurrido. En la comparecencia ante el tribunal judicial de Boulogne-sur-Mer, la acusada reconoció estar bajo los efectos del alcohol durante el incidente y expresó su frustración con su situación vital actual. “Estaba demasiado borracha. No sabía lo que hacía. No soporto más la vida que llevo en este momento”, afirmó ante el juez.

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Sin embargo, las justificaciones de esta hija no impactaron al juez. Finalmente, el tribunal dictó una sentencia de 12 meses de prisión, aunque con un régimen de suspensión simple, lo que significa que la acusada podrá evitar cumplir la pena en prisión, siempre que no cometa otros delitos durante ese tiempo. Además, se le impuso una prohibición de portar armas durante un período de dos años.