Un conserje instala una piscina en la azotea del colegio y se hunde el techo: dos aulas no se pueden utilizar

Afortunadamente, el incidente no ha dejado víctimas, ya que el suceso ha ocurrido durante el periodo de vacaciones escolares, cuando no había estudiantes en el recinto

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El conserje de un colegio
El conserje de un colegio instala una piscina en la azotea. (Canva)

Con la llegada del calor hay quien busca desesperadamente una solución. La opción de algunos consiste en bañarse en la piscina más cercana. Sin embargo, los que no tienen espacio en su casa para colocar este elemento recurren a emplazamientos no tan comunes. El techo del colegio Sainte-Begge, situado en Andenne, cerca de Namur, Bélgica, se ha hundido el pasado domingo debido al peso de una piscina inflable instalada por un conserje del centro, según ha adelantado el medio Ouest France.

Afortunadamente, el incidente no ha dejado víctimas, ya que el suceso ha ocurrido durante el periodo de vacaciones escolares, cuando no había estudiantes en el recinto. Estos días libres fueron para este profesional el momento exacto en el que se iniciaba el calor y, con él, la temporada de piscina. Sin embargo, el colapso ha causado daños materiales importantes y ha dejado dos aulas inutilizables.

Dos aulas del colegio quedan
Dos aulas del colegio quedan inhabilitadas como consecuencia de la piscina en la azotea. (Canva)

Una piscina inesperada en la azotea

El hundimiento del techo fue provocado por la acumulación de varios metros cúbicos de agua en la piscina inflable, que había sido instalada en lo alto del edificio. Según el medio Ouest France, el peso del agua hizo que el techo cediera, provocando que el agua se filtrara hasta la planta baja del colegio. El suceso fue reportado por Le Soir, que ha citado declaraciones de L’Avenir, que detallaban la gravedad del incidente.

De las trece aulas del colegio, dos quedaron completamente dañadas, lo que ha puesto en riesgo la normalidad del funcionamiento del centro. “La dirección está consternada”, han señalado desde la institución académica, quien además reconoce estar “horrorizada”. El equipo directivo, por su parte, se reserva el derecho a emprender posibles acciones legales que podrían tomarse contra el conserje responsable de la instalación de la piscina inflable. Según las fuentes locales, el acto ha generado una fuerte controversia en la comunidad educativa y entre los padres, quienes cuestionan la lógica detrás de esta peligrosa decisión.

Una piscina privada por cada tres habitantes: estos son los municipios madrileños donde los vecinos se refrescan mucho mejor en verano.

Más supervisión para que no vuelva a ocurrir

El incidente ha generado un debate público sobre las decisiones tomadas dentro de las instituciones educativas y la responsabilidad en la gestión de sus instalaciones. Ouest France ha señalado que la idea de colocar una piscina inflable en el techo de un colegio parecía, desde el principio, una decisión imprudente y difícil de justificar. En este contexto, la dirección del colegio ha expresado su desconcierto ante la acción y ha dejado claro que se están tomando todas las medidas necesarias para gestionar las consecuencias de este incidente.

A pesar de no haber víctimas entre los estudiantes, el evento ha dejado un impacto significativo en la comunidad escolar. Los padres de familia y la comunidad local esperan que se adopten medidas para evitar que situaciones similares ocurran en el futuro. Este incidente también ha puesto en evidencia la importancia de una supervisión adecuada en las decisiones tomadas por el personal del colegio, especialmente en lo que respecta a la seguridad de las instalaciones. En medio de la indignación generalizada, muchos piden que se tomen las medidas adecuadas para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los involucrados, desde el personal hasta los estudiantes, en futuras situaciones.