Dos solteros se confiesan en ‘First Dates’ sus experiencias sexuales más raras: “Con las apps no he parado de pegar pinchitos por ahí”

Uno de los solteros esparció su amor por su furgoneta Camper con una de sus antiguas parejas

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La cita de Natan y
La cita de Natan y Sultana en 'First Dates' (Montaje Infobae, Mediaset)

En una de las citas más desinhibidas de la temporada de First Dates, dos solteros compartieron sus experiencias sexuales más sorprendentes, revelando detalles inesperados y algo atrevidos durante su conversación. Natán y Sultana, quienes se conocieron en el programa, no dudaron en hablar sobre sus gustos y anécdotas más personales, llevando la conversación hasta temas tabú, como sus fantasías sexuales y lugares inusuales para tener relaciones.

Natán, un hombre moderno, pero con toques de nostalgia, se presentó como alguien con una mezcla de hombre moderno y un poco chapado a la antigua: “En el sexo soy moderno, pero solo con mi pareja”. Comerciante en un concesionario, Natán confesó ser una persona apasionada por el deporte y los viajes, y esparció su amor por su furgoneta Camper, con la que había vivido varias aventuras. “Yo he hecho maravillas, lo único que depende de la postura, te das en el cogote”, dijo entre risas sobre su afición por viajar y acampar.

Sultana, por su parte, se mostró más tradicional en cuestiones de amor, destacando la importancia de ser conquistada. Con un gran cuidado por su físico, confesó que buscaba a alguien que también se cuidara. Aunque al principio estaba algo nerviosa, Natán logró tranquilizarla, ya que ambos provenían de Cataluña. A pesar de la atracción física, Sultana no pudo evitar comentar que a Natán le vendría bien entrenar un poco más las piernas.

“En pareja, hago lo que haga falta”

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La cita de Natan y Sultana en 'First Dates' (Montaje Infobae, Mediaset)

En cuanto a la vida social, Natán sorprendió al confesar que no era precisamente un fiestero: “Salí el fin de semana pasado”, reveló, lo que hizo que Sultana se sorprendiera un poco. Sin embargo, no se trataba de una salida frecuente, sino más bien un evento puntual. El tema de las apps de citas también salió a la conversación, y aunque Natán inicialmente dijo que no las usaba mucho, la verdad salió a la luz: “Con las apps no he parado de pegar pinchitos por ahí”.

La cita continuó con una conversación directa y sin filtros sobre el sexo. Sultana, un tanto más reservada, admitió que no solía hablar de estos temas en la primera cita, pero dado que ya había salido a colación, no dudó en compartir sus pensamientos. “En pareja lo doy todo y necesito pasión habitualmente”, afirmó, lo que Natán aceptó con naturalidad. “Yo, en pareja, hago lo que haga falta”, respondió él, dejando claro que no tenía reparos en improvisar para mantener la chispa.

Cuando la conversación giró hacia los lugares más insólitos donde habían tenido relaciones, Sultana reveló que uno de sus sitios más “random” fue en PortAventura, donde se coló en el baño de los hombres. “Me colé en el baño de los hombres y al salir, me vio un hombre y me fui corriendo”, relató entre risas. Natán, por su parte, confesó haber sido expulsado de un balneario por razones similares, lo que Sultana calificó de una “guarrada”.

“No estaba preparada para darle un beso”

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La cita de Natan y Sultana en 'First Dates' (Mediaset)

En el reservado, la tensión creció y Sultana, consciente de que Natán parecía estar interesado en dar el siguiente paso, le pidió que guardaran el papelito que les había tocado. “No estaba preparada para darle un beso”, explicó ella, aunque la música y el ambiente hicieron que la química fuera más fuerte. Al escuchar la música, Sultana sacó una clara “red flag” al saber que Natán solo bailaba techno, pero él hizo su intento para adaptarse.

Finalmente, la cita terminó con un toque de diversión y complicidad. Natán estaba satisfecho con el encuentro y expresó que “la chica no está mal, tiene un buen par de aprietes”. Ambos se dejaron llevar por la química y no pudieron evitar los besos mientras bailaban, intercambiando incluso un poco de pintalabios. Al final, ambos coincidieron en que la cita había sido exitosa y estaban dispuestos a repetir. “Sí, quiero repetir”, aseguraron, dejando claro que la conexión había sido real.