
Ya nos dimos cuenta el pasado 28 de abril con el gran apagón que nos tuvo sin red eléctrica durante horas en España que, en la era digital, mantener nuestros dispositivos electrónicos cargados se ha convertido en una necesidad cotidiana. Sin embargo, esta acción aparentemente inofensiva puede ser dañina si no se realiza con ciertas precauciones. La forma en que conectamos teléfonos, portátiles o tablets a la corriente eléctrica puede tener consecuencias tanto para la vida útil del aparato como para la seguridad del entorno en el que se encuentra.
Cables deteriorados, enchufes sobrecargados o costumbres cotidianas como dejar el móvil bajo la almohada mientras se carga pueden ser más peligrosas de lo que parecen. Tal y como indican a AOL varios expertos en electricidad, hay errores comunes que se deben evitar si se quiere alargar la vida útil de los dispositivos y prevenir incidentes como incendios domésticos o fallos eléctricos.
Usar cables deshilachados o en mal estado
Un cable con el recubrimiento roto no solo afecta a la velocidad de la carga. Según Nick Barber, cofundador de Prepaid Electricity, el uso continuado de cables deteriorados puede provocar arcos eléctricos, sobrecalentamientos y, en casos extremos, incendios. Si el aislamiento está comprometido, lo recomendable es desechar el cable de inmediato y reemplazarlo por uno nuevo y certificado.
Cargar los dispositivos toda la noche
Aunque los dispositivos modernos suelen detener la carga cuando alcanzan el 100 %, dejarlos conectados todas las noches durante muchas horas seguidas puede someter la batería a un estrés térmico constante. Esto, con el tiempo, deteriora su rendimiento. La recomendación es evitar que esta costumbre se convierta en rutina y desconectar los dispositivos una vez alcanzada la carga completa.
Sobrecargar enchufes o regletas
Colocar múltiples cargadores en un solo enchufe puede parecer práctico, pero es algo arriesgado. Daniel Mock, vicepresidente de operaciones de Mister Sparky, advierte que esta acción puede provocar sobrecalentamientos que deriven en incendios. Es preferible distribuir la carga entre varias tomas o, si se recurre a una regleta, asegurarse de que sea de calidad y adecuada para el tipo de carga que se está realizando.
Utilizar alargadores de forma habitual
Los alargadores están concebidos como soluciones temporales, no como instalaciones permanentes. Su uso diario, especialmente con dispositivos de alta demanda energética como los ordenadores portátiles, puede sobrecargar el cable y provocar fallos térmicos. Barber señala que lo más seguro es utilizar una toma de corriente directa o una base múltiple con protección integrada.
Recurrir a cargadores genéricos o de imitación
Los cargadores no oficiales pueden carecer de las medidas de seguridad que incluyen los fabricados por las marcas originales, como la protección contra picos de tensión. Esto puede poner en riesgo no solo el dispositivo, sino también al usuario. Optar por accesorios recomendados por el fabricante es clave para una carga segura y eficiente.
Ignorar señales de sobrecalentamiento
Un cargador o dispositivo caliente al tacto debe desenchufarse de inmediato. Barber explica que este tipo de calor puede indicar un fallo en el sistema eléctrico o una incompatibilidad entre cargador y aparato. En estos casos, continuar con la carga puede provocar daños irreversibles.
Cargar dispositivos sobre tejidos o superficies blandas
Dejar el móvil sobre una almohada, manta o sofá mientras se carga impide la correcta disipación del calor. Sergey Nikolin, presidente de Product Air Heating & Cooling, advierte que estos materiales pueden acumular calor rápidamente, elevando la temperatura de la batería hasta niveles peligrosos. La solución: usar superficies planas y firmes que permitan la ventilación adecuada.
Usar el dispositivo de forma activa durante la carga
Actividades como ver vídeos o jugar a videojuegos mientras el aparato se carga generan un doble consumo energético que calienta la batería más de lo habitual. Joel Worthington, presidente de Mr. Electric, recomienda completar la carga antes de un uso intensivo para evitar daños prematuros en la batería y evitar riesgos de sobrecalentamiento.
Dejar dispositivos cargando bajo el sol o dentro del coche
El calor acumulado en un vehículo cerrado puede intensificarse con la energía que genera el propio proceso de carga. Barber subraya que esta combinación puede comprometer la seguridad del dispositivo e incluso desencadenar una combustión. La recomendación es evitar la carga en entornos de altas temperaturas o sin ventilación.
Cargar dispositivos cerca del agua
Cargar un dispositivo en el baño o cerca del fregadero representa un riesgo elevado. La combinación de agua y electricidad puede generar descargas eléctricas o dañar el aparato. Worthington insiste en que se deben evitar zonas húmedas y optar por lugares secos y seguros para enchufar cualquier dispositivo.
Al final, adoptar hábitos responsables al cargar los dispositivos puede prevenir accidentes y extender la vida útil de los aparatos. Es tener cuidado con detalles pequeños que, sin embargo, marcan una gran diferencia.
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