La reacción de la madre de un cardenal al ver que su hijo no ha salido elegido papa: “Menos mal”

Ciento treinta y tres cardenales eligieron entre el miércoles 7 y el jueves 8 de mayo al sucesor de Francisco, fallecido el pasado 21 de mayo, en el cargo de Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. Todas las miradas se centraron en el Vaticano, que en los últimos días se ha convertido prácticamente en la capital del mundo. Pero más concretamente los ojos se posaron sobre la chimenea por la que saldría la fumata blanca y el balcón central de la Basílica de San Pedro, donde se pronunciaría el Habemus Papam y el nuevo Pontífice se presentaría por primera vez ante el mundo.

Fueron varios los papables, los cardenales que se postulaban como favoritos para suceder en el puesto al papa Francisco y convertirse en líder de la Iglesia Católica: el filipino Luis Antonio Tagle; Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano; Fridolin Ambongo, del Congo, o Pierbattista Pizzaballa, el patriarca latino de Jerusalén.

Nacido en Bérgamo, en el norte de Italia, se instaló en Jerusalén en 1990, donde continuó su formación y se especializó en el estudio de la Biblia. Entró en la Custodia de la Tierra Santa, que agrupa a los franciscanos en Israel, los Territorios Palestinos, Jordania, Siria, Líbano, Egipto, Chipre y la isla griega de Rodas.

En 2020, fue nombrado patriarca de la ciudad de Jerusalén y, en 2023, el papa Francisco lo ordenó cardenal. Una de las opciones por las que su candidatura se tambaleaba para el resto de los electores es su corta edad, demasiado joven para lo que acostumbran los papas (60 años).

Los medios de comunicación se encontraban con la familia de Pizzaballa en el momento en el que el mundo supo que el nuevo Pontífice era León XIV: “Es Prevost, es el americano”. La reacción de la madre del cardenal, recogida por el medio italiano La Repubblica, ha generado una gran cantidad de interacciones.

Ascender al puesto de Sumo Pontífice de la Iglesia Católica supone una gran responsabilidad: implica abandonar por completo la vida anterior, deshacerse de su condición de hombre y quedar absolutamente al servicio de la institución religiosa. Se cambia el lugar de residencia y los siguientes años estarán marcados por los eventos sociales, la diplomacia y la visita de distintos países como líder de la Iglesia Católica.

Por esta cuestión, no todos los cardenales que participan en el cónclave quieren ser elegidos como papas. Además, en la Sala de las Lágrimas, donde el nuevo Pontífice se cambia para presentarse al mundo justo después de aceptar el cargo, muchos sienten el peso de la responsabilidad y la emoción los invade.

Cuando la madre de Pizzaballa escuchó que el nuevo Papa sería el estadounidense Robert Prevost, su reacción fue completamente contraria a la que mucha gente esperaba: “Menos mal. Estoy contenta”. Los medios de comunicación quisieron saber cómo se encontraba tras la noticia y si su hijo, el cardenal Pierbattista, regresaría a casa: “Pienso que sí. Menos mal que no es él”.

La mujer había prometido que, cuando su hijo regresase a casa, le prepararía polenta, un plato tradicional de Italia y otras regiones de Europa, principalmente hecho de sémola de maíz cocida en agua o caldo: “Cuando venga a casa se la hago. Todo lo que quiera. Falta que vuelva a casa”.