Un arrendador social en Francia recibe una multa de 1,8 millones de euros por haber asignado viviendas a “hogares demasiado acomodados”: dejan fuera a las familias más vulnerables

El organismo de vivienda social Rives de Seine Habitat, resultado de la fusión de tres oficinas de vivienda social en los Hauts-de-Seine, ha sido sancionado con una multa de 1,8 millones de euros debido a diversas irregularidades en la asignación de viviendas sociales.

Según la decisión tomada, que ha venido desde el Ministerio de Vivienda de Francia, la sanción fue impuesta a finales de abril tras una investigación llevada a cabo por la Agencia Nacional de Control de la Vivienda Social (llamada, comúnmente, Ancols).

De acuerdo con los informes de control realizados por esta Ancols, las políticas de asignación de viviendas de los tres organismos que conforman Rives de Seine Habitat —que son las oficinas públicas de vivienda (OPH) de Courbevoie, Levallois y Puteaux— no estaban cumpliendo, hasta el momento, con la normativa vigente.

En particular, no se respetaba la obligación de destinar anualmente al menos el 25 % de las viviendas sociales a los hogares más vulnerables, es decir, los que cuentan con menores ingresos. Además, y en la misma línea, se detectaron múltiples infracciones en la gestión de las asignaciones y en la aplicación de los criterios de elegibilidad.

El caso más grave se ha identificado, en concreto, en la OPH de Puteaux, donde se descubrió que 81 de los 122 expedientes revisados correspondían a viviendas asignadas a familias cuyos ingresos superaban los límites establecidos de manera bastante notoria.

Asimismo, se constató que no se aplicaba correctamente el sobrealquiler a los inquilinos con dichos ingresos superiores al umbral permitido. Según el reporte de la Ancols, también se encontraron irregularidades en el funcionamiento del comité de asignación de viviendas y en el cumplimiento de las normativas relacionadas con los contratos públicos.

La OPH de Puteaux ya había sido objeto de críticas, además de esto, en 2016 por irregularidades similares. En ese momento, se le acusó de incumplir las reglas de asignación y gestión de viviendas sociales, incluyendo el hecho de cometer una “falta grave de gestión” en la construcción de un aparcamiento. Estas acciones también resultaron en sanciones para la entidad.

La fusión de las tres oficinas en 2022 dio lugar a la creación de Rives de Seine Habitat, que es el organismo de vivienda que funciona hoy en día, pero los problemas de gestión y las irregularidades detectadas en los organismos predecesores parecen haberse trasladado a la nueva entidad.

Según el medio especializado Batiactu, que ha sido quien ha comunicado la sanción, la multa de 1,8 millones de euros responde a la gravedad de las infracciones y busca garantizar el cumplimiento de las normativas en el futuro, sobre todo cuando se trata de vivienda social, destinada específicamente para que todo el mundo, incluso las personas con más problemas económicos, tengan la posibilidad de tener una casa.

Precisamente por esto la Ancols, que es la encargada de supervisar el cumplimiento de las políticas de vivienda social en Francia, subrayó la importancia de respetar las reglas de asignación para garantizar que las viviendas sociales beneficien a los hogares que realmente las necesitan.