No hay médico para Emanuele: la indignación de unos padres sin un doctor para su hijo con discapacidad y el último les dijo que estaba siendo “demasiado demandante”

El anterior médico del hombre italiano renunció por ‘WhatsApp’: la familia aún no ha encontrado un sustituto

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El médico de cabecera de
El médico de cabecera de un joven italiano de la localidad de Collesalvetti renunció a través de Whatsapp (Wikimedia Commons)

“Se me está volviendo demasiado exigente y complicado seguir a Emanuele, te pido amablemente que busques a otro colega”. Desde que recibió este mensaje por WhatsApp, María Ángela Seminerio no ha dejado de buscar un nuevo médico de cabecera para su hijo. Han pasado más de dos meses y, hasta ahora, el intento ha sido en vano. Emanuele, un joven de 24 años con discapacidad, vive desde hace dos años y medio en una residencia especializada situada en Collesalvetti, una pequeña localidad italiana a menos de veinte kilómetros de Livorno, donde residen sus padres. En el centro sigue un programa de rehabilitación que requiere controles periódicos, visitas médicas y pruebas diagnósticas. La falta de un médico de referencia ha interrumpido esa rutina, dejando un vacío preocupante en el seguimiento de su salud.

Emanuele debería recibir al menos una visita médica al mes

Según informan desde el medio italiano Il Fatto Quotidiano, desde que el anterior médico renunció por mensaje, la familia ha intentado encontrar sustituto contactando, según relatan, “unos diez” médicos en la zona. La búsqueda se ha extendido por Collesalvetti y sus municipios - Vicarello, Guasticce y Stagno -, sin resultados. “Pero parece que en la provincia de Livorno no hay médicos disponibles”, explica Seminerio, quien también ha intentado realizar el trámite por el portal de la Región Toscana, ha llamado a las secretarías de los centros de salud y se ha presentado físicamente en los consultorios. En todos los casos la respuesta ha sido la misma: “están llenos”, no pueden aceptar nuevos pacientes.

En teoría, Emanuele debería estar recibiendo al menos una visita médica al mes. Pero en estas semanas de incertidumbre, su familia no ha conseguido verificar si eso está ocurriendo. “Desde que recibimos ese mensaje, ni siquiera sabemos si lo han visitado”, cuenta su madre. “Sabemos que las solicitudes de pruebas y recetas de medicamentos siguen siendo responsabilidad del médico de cabecera que renunció. Éticamente, no puede abandonarlo hasta que haya una transición definitiva a otro médico, pero no hemos dialogado con él desde marzo”.

La familia del joven aún
La familia del joven aún no ha encontrado un sustituto para el médico de su hijo (AdobeStock)

El sistema impone una limitación adicional. Aunque el resto de la familia tiene asignado su médico en Livorno, Emanuele no puede hacerlo. La residencia donde está domiciliado sólo permite que el paciente sea seguido por profesionales que tengan su consulta en la zona inmediata, Collesalvetti o localidades colindantes. La razón es funcional: en caso de necesidad, el médico debe poder acudir con rapidez al centro. Livorno, pese a estar a unos 20 minutos en coche, se considera fuera del radio permitido.

“El cuadro clínico de Emanuele es complejo, por supuesto, pero como el de los demás huéspedes del centro”, añade Seminerio. La falta de contacto con un médico ha derivado también en una pérdida de información esencial para evaluar su evolución. “Ahora, sin nadie que lo visite y nos dé noticias, también es difícil saber cómo está realmente mi hijo. Desconocemos su estado de salud real y si la rehabilitación en el centro progresa adecuadamente”.

Recientemente, la familia recibió los resultados de algunas pruebas médicas realizadas a Emanuele. “Información que podría cambiar sus terapias y ayudarlo a sentirse mejor”, apunta la madre, “pero no tenemos con quién hablar, no sabemos qué hacer. Hemos contactado a todos los médicos que encontramos en la zona”. La empresa sanitaria USL Toscana Nord Ovest, responsable del área, ha confirmado estar al tanto del caso. Aseguran estar manteniendo “conversaciones con varios profesionales, con el objetivo de encontrar un médico disponible para hacerse cargo de Emanuele en Collesalvetti lo antes posible”.

“Me pregunto si esto es sólo nuestro problema o afecta también a otras familias”, reflexiona Seminerio. “Al igual que nosotros, podría haber muchas otras personas con discapacidad que se encuentren en una situación similar. Por eso quisimos contar la historia de Emanuele. Si no nos ayudamos entre nosotros, nadie caerá del cielo para echarnos una mano”.