
El reciente apagón que dejó a oscuras a buena parte del país no solo evidenció la fragilidad de nuestras infraestructuras, sino que también iluminó, paradójicamente, el papel esencial de quienes mantienen en pie lo fundamental de nuestra sociedad.
Con motivo del Día del Trabajador, Velilla, firma española líder en vestuario laboral con 75 años de historia, decidió, precisamente, rendir tributo a estos profesionales con Historias detrás del uniforme una exposición que, entre imágenes, testimonios y uniformes, celebra la vocación que late debajo de cada prenda de trabajo.
La muestra, ubicada en la explanada de Nuevos Ministerios del 29 de abril al 5 de mayo, ofrece una experiencia inmersiva gratuita, abierta al público y montada al aire libre, permitiendo que cada visitante se cruce, casi por azar, con las historias ocultas tras los uniformes que vemos a diario.
Más de siete millones de historias bajo un uniforme
Y es que solo en España, más de siete millones de personas comienzan su jornada poniéndose un uniforme, según datos del Ministerio de Trabajo. Pero ese gesto rutinario encierra mucho más que una simple preparación para la jornada laboral: es la puerta de entrada a una vocación. Por ello, Velilla ha seleccionado a cinco embajadores que encarnan, con autenticidad y orgullo, el espíritu de sectores imprescindibles: el chef Javi Estévez, el anestesista David Callejo, la arquitecta Laura Baquero, el apicultor Jesús Manzano y las creadoras de contenido Lidia y Leonor, conocidas como Reinas de la Obra.

Cada uno de ellos representa un universo particular, pero comparten un mismo hilo conductor: su uniforme no solo los viste, los define. En una época donde la imagen tiene tanto peso como las palabras, el uniforme ha dejado de ser un simple atuendo para transformarse en un emblema de compromiso, confianza y, en muchos casos, salvaguarda. “Nuestra labor es vestir a los trabajadores con prendas que no solo cumplan con las máximas exigencias técnicas, sino que acompañen su vocación y cuiden de su bienestar”, destaca Enrique Fernández Allén, director general de Velilla Group.
Historias detrás del uniforme subraya el valor del vestuario laboral como símbolo de identidad, pertenencia y seguridad. Las piezas expuestas no solo cumplen con los estándares normativos más rigurosos, sino que están pensadas para acompañar a los profesionales en los entornos más desafiantes: tejidos ergonómicos, transpirables, resistentes al uso intensivo… Cada detalle importa cuando se trata de trabajar al máximo nivel.
Vocaciones al descubierto
La exposición no es solo una muestra de prendas: es una ventana a la vida de quienes las llevan. Javi Estévez, chef del restaurante madrileño La Tasquería, galardonado con estrella Michelin, lo expresa con claridad: “Ponerse la chaquetilla supone una gran responsabilidad. No solo con los clientes, también con el equipo. Simboliza esfuerzo, compromiso y respeto por el oficio”, afirma. Su chaquetilla blanca es su carta de presentación ante un oficio que no admite improvisaciones.

En un terreno completamente distinto, el anestesista pediátrico David Callejo, del Hospital Gregorio Marañón, encuentra en su bata quirúrgica un anclaje emocional y técnico: “El uniforme transmite seguridad tanto al paciente como al profesional. Para mí, vestirme para operar es un momento de introspección. Me ayuda a centrarme en lo que realmente importa: el bienestar del niño que espera en la camilla”, comparte.
La arquitecta Laura Baquero, fundadora de Ella Construye, desafía estereotipos en el mundo de la construcción. Su uniforme, que incluye casco y chaleco reflectante, no solo garantiza su seguridad, sino que también simboliza la visibilidad de las mujeres en un ámbito históricamente masculino. “Cuando me pongo el uniforme me siento parte de un colectivo que crea lugares para vivir. Pero también sé que necesito un uniforme que se adapte a mi cuerpo, me proteja y me represente”, afirma.
El apicultor Jesús Manzano, fundador de Ecocolmena, vive entre colmenas y abejas, y su uniforme blanco, diseñado para no alterar el equilibrio de las colmenas, es tan funcional como simbólico. “Vestirme de apicultor es dejar atrás lo digital y conectar con algo más esencial. El uniforme no es solo protección, también representa respeto por los ritmos de la naturaleza”, señala.

Finalmente, Lidia Pérez Cabello y Leonor Moreno Cabello, conocidas como Reinas de la Obra, se han hecho virales en TikTok mostrando al público reformas, bricolaje y electricidad. Para ellas, el uniforme técnico no es solo práctico: “Cada vez que nos lo ponemos, nos transformamos. Nos hace sentir fuertes, profesionales y guapas. Nos da confianza para enseñar lo que sabemos hacer y mostrarlo con naturalidad y humor”, cuentan.
La exposición Historias detrás del uniforme invita al visitante a sumergirse en un recorrido sensorial. Entre fotografías, videos y una selección de diez uniformes representativos de Velilla, se revela cómo cada prenda está pensada para resistir, proteger y adaptarse a las demandas específicas de cada sector. Las historias que acompañan a cada uniforme permiten entender que, detrás de cada botón abrochado, de cada casco ajustado o de cada bata colocada, hay un relato de esfuerzo, humanidad y pasión.
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