¿Qué es una opa bancaria? Una herramienta clave que puede ser amistosa, pero también hostil

La adquisición de empresas cotizadas en el ámbito financiero tiene un sinfín de variables y estrategias que es conveniente analizar en profundidad

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FOTO DE ARCHIVO. Un hombre
FOTO DE ARCHIVO. Un hombre muestra sus tarjetas de débito de los bancos BBVA y Sabadell, en Ronda, Andalucía, España. 9 de mayo de 2024. REUTERS/Jon Nazca

Una oferta pública de adquisición (la opa) es un mecanismo financiero mediante el cual un inversor o un grupo de inversores propone públicamente a los accionistas de una empresa cotizada la compra de sus acciones a un precio previamente establecido.

En los últimos meses se ha hablado mucho de la opa que se está proponiendo desde el banco BBVA hacia el Sabadell, y también de la consulta pública que ha lanzado el gobierno para recabar información sobre si dicha opa podría suponer algún impacto en el interés general del país.

No obstante, es interesante saber cuál es la definición y los objetivos de la opa, y también qué tipos hay, sobre todo a la hora de estar debidamente informado acerca de las que muchas empresas de nuestro país proponen.

Este tipo de operación financiera, entonces, tiene como objetivo principal adquirir un volumen significativo de acciones que permita al oferente obtener el control necesario para influir en la gestión y dirección de la compañía. Además, este proceso puede involucrar tanto a empresas como a inversores individuales.

¿Qué otros factores hay que tener en cuenta?

La diferencia entre una opa y otra, y las implicaciones que tienen

Existen diferentes tipos de opas, dependiendo de las circunstancias y los objetivos del que la propone. Una de las principales distinciones, por ejemplo, es entre las opas voluntarias y las obligatorias.

Las primeras surgen por iniciativa del que la ofrece y no están sujetas a requisitos legales específicos en cuanto al precio o al número de acciones. Además, pueden incluir condiciones para su ejecución.

Pero, por el otro lado, están las opas obligatorias, que son impuestas por la legislación en ciertos casos, como cuando un inversor alcanza un porcentaje significativo de acciones que le otorga control sobre la empresa, generalmente superior al 30%. Estas ofertas deben presentarse por el 100% de las acciones en circulación y a un precio considerado equitativo, además de no estar sujetas a ningún tipo de condición.

Otro aspecto relevante es el alcance de la opa, que puede dirigirse a la totalidad de las acciones de la empresa o limitarse a un porcentaje menor, dependiendo del nivel de control que se busque.

Asimismo, existen las llamadas opas de exclusión, cuyo propósito es retirar a la empresa del mercado de valores. En estos casos, las acciones pierden su principal ventaja para los inversores: la liquidez y la facilidad de transmisión en el mercado.

En situaciones donde ya se ha lanzado una opa, puede surgir, a su vez, una opa competidora. Esto ocurre cuando un segundo inversor presenta una nueva oferta antes de que finalice el plazo de aceptación de la primera, generalmente ofreciendo un precio más alto para atraer a los accionistas. Esto es lo que sucedió, por ejemplo, con la compañía Talgo y las múltiples ofertas que tuvo.

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¿Qué son, entonces, las opas hostiles?

Finalmente, existe una última clasificación que es la que distingue entre las opas amistosas y las hostiles, dependiendo de la relación entre el oferente y el consejo de administración de la empresa que desean adquirir.

Una opa amistosa cuenta con el respaldo del consejo de administración, mientras que una hostil se lanza sin dicho acuerdo. Sin embargo, esta clasificación no necesariamente refleja las intenciones finales del que ofrece la opa, ya que incluso en una opa hostil, el objetivo puede ser generar beneficios para los accionistas de ambas partes involucradas.

Existen otros factores importantes, como el hecho de que las opas se realizan de manera pública, lo que implica que están abiertas a todos los accionistas de la compañía.

Generalmente, el precio ofrecido por las acciones incluye una prima, lo que significa que suele ser superior al valor al que cotizan en el mercado. Y, por último, el pago puede realizarse en efectivo, mediante acciones de la empresa oferente o a través de una combinación de ambas modalidades.