Un niño pierde su cartera con todos sus ahorros durante un viaje escolar, pero poco después le llega por correo: “Me ha devuelto la fe en la solidaridad”

Un viaje escolar a Estrasburgo, en el este de Francia, se convirtió en una verdadera odisea para Baptiste, un estudiante de 11 años de la escuela Notre-Dame de la Renaissance, en Somain, muy cerca de la frontera con Bélgica. En el segundo día de la excursión, los niños realizaron un paseo en barco para descubrir la ciudad. Pero al subir de nuevo al autobús, Baptiste se dio cuenta de que había dejado su cartera a bordo de la embarcación. “Estaba hecho polvo”, ha contado su madre al medio local francés Ici Nord. En la cartera guardaba la totalidad de sus ahorros: 60 euros. Una cantidad que a un adulto le puede parecer casi irrisoria, pero que para el niño representaba todo lo que había logrado acumular a lo largo de bastante tiempo.

El incidente ocurrió la semana pasada, en medio de una temporada de actividades programadas en el marco del viaje escolar de los alumnos de quinto de primaria. Según explicó la madre de Baptiste, había sido el propio niño quien ahorró cuidadosamente la suma de dinero destinada a sus gastos durante la excursión. Perder esos 60 euros fue, para él, una auténtica tragedia. “Estaba desolado”, ha contado la madre. “¡Eran todos sus ahorros! Los había guardado para ese viaje escolar”.

Pero este es solo el principio de una historia que se ha hecho viral gracias a su final feliz. La situación dio un giro gracias a la intervención de un empleado del barco donde se extravió la cartera de Baptiste. Este trabajador encontró el objeto y, gracias a los datos de contacto que la madre había colocado en su interior en una nota, como medida de precaución, logró comunicarse con la familia en el norte de Francia. “Fue un alivio recibir esa llamada”, señaló la madre al medio local, describiendo el momento en que le notificaron que el monedero había sido hallado.

Tom, el hombre que trabaja a bordo del barco, se ofreció inmediatamente a enviar la cartera al pueblo donde vive la familia de Baptiste. “Me explicó que él también era padre de un niño pequeño y que lo entendía. Fue muy amable e incluso me mandó fotos del envío por carta certificada”. Este acto desinteresado, según la madre de Baptiste, fue una muestra de “humanidad” y de los valores que todavía persisten incluso en tiempos de adversidad. “Este papá de un niño pequeño ni siquiera dudó en ayudar. Es algo que no se ve todos los días. Estoy inmensamente agradecida”, declaró. “Es un gesto sencillo, pero me ha devuelto la fe en la honestidad y la solidaridad”.

No es la única historia similar que ha trascendido recientemente. En Italia, por ejemplo, un adolescente se encontró 500 euros por la calle y se los devolvió a su dueña, que los necesitaba para pagar el alquiler. “Pensé que alguien los habría reunido con esfuerzo y sacrificio”, declaró el joven.

Y en España, un hombre devolvió también en las últimas semanas una bolsa con 18.900 euros que encontró en un contenedor de Leganés, en Madrid, y que la dueña había tirado por error.