En qué se diferencia el sistema eléctrico de España al de Francia y Alemania: la razón por la que estos países nunca sufrirían un “gran apagón”

La Península es una “isla energética”, a diferencia de muchos países de Europa, que se encuentran conectados entre si

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Una torre eléctrica (Eduardo Parra
Una torre eléctrica (Eduardo Parra - Europa Press)

Tras el gran apagón que dejó a buena parte de España sin luz durante horas, las miradas se han vuelto hacia el resto de Europa. ¿Podría pasar algo similar en otros países de la Unión Europea? La respuesta, de momento, no es del todo clara. Sin embargo, Francia y Alemania ya han querido dejarlo claro: su sistema eléctrico está mejor preparado. Y la razón principal tiene nombre - o mejor dicho, una etiqueta técnica -: interconexión.

La Península Ibérica está mal conectada con el resto de Europa

España, junto con Portugal, forma una especie de isla eléctrica dentro del continente. Esto significa que está mal conectada con el resto de Europa, lo que la hace más vulnerable en momentos de tensión o problemas técnicos como los de este lunes. Aunque se han hecho esfuerzos por mejorar la situación - con proyectos como la interconexión por los Pirineos o la futura conexión submarina por el Golfo de Vizcaya -, el nivel actual sigue siendo insuficiente. Hoy por hoy, España apenas alcanza un 6,5 % de interconexión respecto a su capacidad instalada, lejos del 10 % que exige la normativa europea, y aún más del 15 % que se considera óptimo para garantizar seguridad y eficiencia.

Francia y Alemania, en cambio, están mucho mejor conectados. Cuentan con múltiples líneas que los enlazan con sus vecinos y permiten compartir electricidad en tiempo real. Si una parte del sistema falla, otras zonas pueden compensarlo en cuestión de segundos. Esa red densa y mallada es precisamente lo que reduce al mínimo el riesgo de apagones como el que se vivió en la Península Ibérica.

Líneas eléctricas (REUTERS/Kacper Pempel)
Líneas eléctricas (REUTERS/Kacper Pempel)

En Alemania y Francia también podría pasar, pero lo arreglarían rápido

Pero no todo se reduce a cables y transformadores. En el fondo, también entra en juego el tipo de energía que se utiliza. En España, el peso de las renovables ha crecido de forma notable en los últimos años. Algo positivo, pero que también supone un reto. Según informó Mauro G. Ferrándiz, consultor en transición ecológica, a 20 Minutos, tener una alta proporción de renovables puede hacer el sistema menos estable si no se complementa con otras tecnologías que aporten lo que se conoce como “inercia” (la capacidad de mantener la red funcionando de forma estable incluso ante cambios bruscos). “Sí que es cierto que en caso de que pasara en Francia y Alemania, al ser dos países tan interconectados, el ritmo de recuperación sería mucho más rápido“, reconoce. No es que no pueda pasar, es que se arreglaría antes.

Ferrándiz aclara que las renovables no son el problema en sí. De hecho, España lleva años operando con un porcentaje “altísimo” de energía limpia sin incidentes graves. El reto aparece cuando falta flexibilidad o capacidad de respuesta. Por eso, si al final se confirma que el apagón tuvo algo que ver con esta cuestión, podría ser la excusa perfecta para impulsar más inversiones en almacenamiento energético y tecnologías que estabilicen el sistema sin renunciar al modelo renovable. “Si es una cuestión de falta de inercia en el sistema hay soluciones para introducir inercia al sistema renovable. Si hace falta más flexibilidad habrá que invertir más en almacenamiento, y a lo mejor en España ayuda a hacer despegar todo el mercado del almacenamiento energético en Europa", explica.

En estos países, si ocurre un fallo, hay mecanismos que permiten recuperar el suministro con rapidez. Gracias a su interconexión, basta con que una zona reciba tensión externa para que empiece a reactivarse la red. En España, esa capacidad es más limitada, aunque la recuperación del sistema tras el apagón ha sido “rápida”, sobre todo si se compara con otros casos europeos, como el de Italia en 2021 (que no pudo recuperar la electricidad hasta días después de haberla perdido). Desde Bruselas, el mensaje es claro: superar el aislamiento energético es clave para que España pueda aprovechar mejor el mercado europeo, mejorar su seguridad energética y avanzar hacia una transición más eficiente. Y aunque todos los países europeos comparten los mismos estándares técnicos en cuanto a cómo deben conectarse las centrales a la red, no todos parten del mismo punto cuando hay una emergencia.