Los hospitales públicos sobreviven al apagón: “Trabajamos con las luces de los pasillos apagadas y con un ordenador a compartir”

La activación de generadores y la coordinación del suministro de combustible ha permitido mantener la asistencia sanitaria sin incidencias

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Fachada del hospital 12 Octubre
Fachada del hospital 12 Octubre en Madrid, este lunes. (EFE/Chema Moya)

El Sistema Nacional de Salud ha sobrevivido a las más de 10 horas sin electricidad que ha vivido España. Mientras la población sorteaba los obstáculos del apagón, centros de salud y hospitales mantuvieron sus puertas abiertas durante toda la jornada para atender urgencias y asistir a los pacientes más graves que se encontraban ingresados. Gracias a la activación de grupos electrógenos alternativos, los sanitarios pudieron mantener su actividad más urgente, sin que se hayan comunicado incidencias graves, según el Ministerio de Sanidad.

Hasta la noche, la mayoría de los centros no recuperaron el suministro y subsistieron gracias a los generadores hospitalarios, “con suficiente combustible para aguantar varios días”, afirmó la ministra, Mónica García, a última hora del día. Desde el primer momento, se estableció una comunicación constante entre ministerio y comunidades autónomas, que permitió actuar sobre necesidades específicas.

Las principales actuaciones de contingencia se centraron en la reducción de cirugías no urgentes, la atención prioritaria a las personas electrodependientes y la garantía de suministro de gasóleo para hospitales y centros de salud gracias a la coordinación con la Unidad Militar de Emergencias (UME), asegurando una autonomía mínima de 24 horas. Las comunidades autónomas priorizaron la protección de los centros hospitalarios: quirófanos y UCIs se mantuvieron en constante funcionamiento. Los servicios de salud regionales pidieron a la población no desplazarse a los centros, salvo en caso de urgencia, para evitar el colapso del sistema.

En Madrid, las principales visitas que recibieron los servicios de Urgencia vinieron de pacientes con necesidad de oxigenoterapia, al no funcionar los respiradores que tenían en casa. En el Hospital La Paz, fue necesario habilitar el gimnasio para darles atención. Llegaron a recibir 30 pacientes con oxígeno domiciliario, mientras que el 12 de Octubre atendió a cerca de un centenar, según cuentan los trabajadores de los hospitales de la capital.

En algunas comunidades, como Aragón, algunos centros rurales sufrieron la falta de suministro, si bien a partir de las 17:30 empezaron a recuperar la energía en la comunidad. “Mientras España va recuperando poco a poco la normalidad, el sistema sanitario sigue funcionando y recuperando su funcionamiento completo de manera progresiva, con garantías y solvencia” ha expresado García la mañana del martes en un mensaje en la red social Twitter (ahora X), agradeciendo “el trabajo de los consejeros y de todos los profesionales sanitarios y de emergencias que, una vez más, han estado al frente para no dejar a nadie atrás”.

“Se oían los generadores desde fuera del hospital”

La prioridad ha sido ante todo momento mantener los servicios esenciales, como la asistencia a pacientes conectados a respiradores o neonatos en incubadoras. “Antiguamente no había esto, cuando se iba la luz tenían que reanimar a mano a todos los bebés dependientes de electricidad. Imagínate cómo habría sido esto 10 horas”, cuenta Nerea, enfermera en el Hospital 12 de Octubre, a Infobae España. La sanitaria llegó a su puesto de trabajo para cubrir un turno nocturno, sorteando los cortes en la M-30 y el colapso de la M-40. “Hubo compañeras que llegaron tres horas tarde por los atascos”. Al llegar, el ambiente recordaba a la pandemia. “Estaba todo muy vacío, en silencio, desde fuera del hospital se oían los generadores, los motores a toda máquina”, relata.

Fotografía del tráfico en la
Fotografía del tráfico en la M-30 este lunes durante el apagón masivo del sistema eléctrico en Madrid. EEFE/ Chema Moya

Cuando se incorporó al equipo, el centro funcionaba con normalidad, especialmente su servicio, encargado del cuidado neonatal. “Estábamos en modo ahorro de energía”, reconoce, pues aunque los generadores podían aguantar 48 horas en funcionamiento, se ordenó minimizar el gasto. “Estuvimos trabajando con las luces de los pasillos apagadas y con un ordenador para compartir entre todos”, dice. Sobre las 23:00 horas volvía el suministro eléctrico, sin que se produjesen más cortes.